El primer paso para realizar un informe preliminar de Patología Estructural, es tener una clara perspectiva de la Tipología Resistente de la Estructura que vamos a analizar, y las estructuras de cualquier tipo comienzan por el Suelo en que están asentadas, es el primer nivel resistente de toda Estructura, del conocimiento de su formación y su capacidad, así como de las posibles discontinuidades que posea depende el buen inicio en su correcta definición.
Lo más importante que debemos recordar en el estudio de una Patología, es que no hay dato insignificante, y en relación al suelo es tan importante éste como elemento resistente, como los elementos ajenos a él que se encuentran enterrados, como tuberías de agua potable o servidas, piscinas, tanques y/o depósitos ya sean de agua o combustibles. Su existencia establece el primer punto de posible alteración del suelo original, de ahí la importancia de su correcta determinación, su supervisión y su control integral. Así nos podemos encontrar con que las instalaciones que en él suelo habitan, a veces, son el problema, instalaciones que por falta de mantenimiento o de una correcta ejecución constructiva inicial, terminan provocando un incremento descontrolado de humedad en el suelo natural que no ha podido ser previsto en ningún estudio geotécnico.
Entre los suelos con mayor inducción de patologías estructurales están los denominados colapsables, es decir que modifican bruscamente su estructura en función de las variaciones de temperaturas y humedades, presentando variaciones importantes en su capacidad portante y/o resistente.
Hay otro suelo especialmente estudiado en los procesos patológicos por su brusquedad de variación de capacidad portante, que es aquel que presenta procesos kársticos, básicamente son suelos con lentes o bloques internos de yeso u otros materiales fácilmente solubles que ante la presencia de agua de precipitación o freática se diluyen presentando oquedades aleatorias y de variada magnitud que provocan asientos significativos y hasta colapsos del terreno.
Otro gran protagonista en las patologías estructurales son las arcillas expansivas, se trata de un suelo arcilloso que debido a su estructura particular puede presentar niveles de expansión significativos y que generalmente desarrollan elevados valores de desplazamiento diferencial en las cimentaciones que provocan redistribuciones de esfuerzos importantes en la estructura, con presencia generalmente, de una fisuración ampliamente extendida. El gran potencial de expansividad de estos terrenos suele encontrarse en los tres primeros metros de profundidad, por lo que sus efectos nocivos se presentan principalmente en edificaciones de poca magnitud y generalmente sin sótanos.
A veces el problema del suelo se crea al arborizar o deforestar, en definitiva variar la permeabilidad de la superficie exterior a la estructura; no hay que olvidar que las conclusiones y observaciones de un estudio geotécnico se corresponden con la situación inicial del terreno, y si el diseño del exteriorismo de la estructura varía significativamente la superficie drenante, esto puede desecar o humedecer excesivamente el suelo provocando una variación considerable en su comportamiento. No hay que olvidar también que la disposición de árboles de elevada densidad de raíces muy cercanos a las cimentaciones suele presentar problemas de asientos diferenciales en éstas.
Como hemos visto el adecuado conocimiento del suelo de la estructura cuya patología estamos estudiando, nos puede dar las primeras pistas del comportamiento anómalo de dicha estructura; por este motivo recavar toda la información existente sobre el suelo en que se asienta la estructura nos permitirá realizar un informe preliminar más completo.
Es muy importante contar con el Estudio Geotécnico original y cualquier ampliación del mismo que se haya realizado; así como el historial de posibles actuaciones voluntarias e involuntarias que sobre dicho suelo se hayan realizado durante su vida útil, con especial interés por aquellas que hayan ocurrido en el tiempo inmediato anterior a que se presentaran los síntomas patológicos que han originado nuestra auscultación y estudio.
En el siguiente post veremos LA CIMENTACIÓN.
Comments (7)
Ing. Garcia - 10 septiembre, 2011
Muy interesante su articulo, esperare el otro de cimentacion, ya que dicha materia la estoy dando y me gustaria seguir aprendiendo.
saludos
Ing. Xavier Ycaza - 11 septiembre, 2011
Gracias por su interés, espero que la continuación sea de su agrados. Un cordial saludo.
Ing. R. Mayo - 11 septiembre, 2011
Un artículo interesante, didactico y muy práctico, agradecimientos
al Ing. Ycaza por participarnos su conocimiento y experiencia
Ing. Xavier Ycaza - 11 septiembre, 2011
Gracias por su comentario, ya he colocado el siguiente paso. Un saludo.
Yuri Villavicencio-Fdez - 11 septiembre, 2011
Hola Xavier. Me permito a hacer dos aportes de lo que mencionas en mi experiencia: Lo que mencionas de las formaciones kársticas: Son potencialmente susceptibles al fenómeno que mencionas, en los alineamientos de aguas residuales (principalmente de concreto, que permiten mayor exfiltraciones si no están bien acabadas). La causa: Los Carbonatos de Calcio son disueltos más rápidamente por el Sulfuro de Hidrógeno que se almacena dentro de las tuberías.
La segunda consiste en que hay suelos (como las arcillas expansivas) que es mejor trabajarlas en época seca. Una vez pasó en un proyecto en el que trabajaba en Nicaragua, que pese a las recomendaciones de la administración del proyecto, el contratista le metió máquina a una formación de arcillas negras muy expansivas. Para desgracia llovió.La hidrtación de esas arcillas que estaban ya naturalmente consolidadas produjo un desmadre que produjo una demora de casi un mes en esa obra de drenaje.
Muchas gracias por éste artículo. Muy bueno. Saludos.
Ing. Xavier Ycaza - 11 septiembre, 2011
Hola Yuri, gracias por tu aporte, nuestras experiencias ayudan a completar nuestro conocimiento. Un cosdial saludo.
hugo - 17 septiembre, 2011
Gracias por estos aportes, son valiosos