Nomofobia: Una adicción del siglo XXI

El móvil se ha convertido en un objeto imprescindible en nuestro día a día. Gracias a él estamos conectados a nuestros seres queridos y también es una fuente de información y entretenimiento inagotable: redes sociales, mensajería instantánea, emails, juegos… las posibilidades son ilimitadas.

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Según datos del Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA) consultamos el móvil una media de 34 veces al día. Un uso excesivo del móvil puede desembocar en una adicción que los especialistas denominan nomofobia.

La nomofobia se define como el miedo irracional a salir de casa sin el teléfono móvil. El término es una abreviatura de la expresión inglesa «no-mobile-phone phobia». ¿Te ocurre a ti?

  • Ansiedad sin el móvil

Estudios realizados por el CEETA revelaron que casi el 53 por ciento de los usuarios de teléfonos móviles tienden a sentir ansiedad cuando «pierden su teléfono móvil, se les agota la batería, el saldo, o no tienen cobertura en la red», explica la directora de CEETA.

El elevado número de móviles hacen que «nuestro país sea especialmente sensible a este tipo de nuevas enfermedades», advierten desde el CEETA, siendo las mujeres y los adolescentes los más propensos a padecer nomofobia.

El comportamiento de los adultos es fundamental para que los niños no abusen del teléfono móvil. Si las personas mayores no pueden dejar el móvil ni siquiera en una reunión familiar o en una cena, los niños imitarán su forma de actuar.

  • Síntomas de la nomofobia

La nomofobia crea inestabilidad, agresividad y dificultades de concentración (síntomas típicos de los trastornos de ansiedad). Suele estar acompañada de síntomas tales como malestar general, hipervigilancia, inquietud o temor a estar desconectado y aislado.

Otros síntomas que podemos sentir son que el teléfono o que las conversaciones mantenidas nos generan tranquilidad y que comprobamos de forma constante la recepción de mensajes, mails y visitamos compulsivamente las aplicaciones de redes sociales. Si sientes una preocupación desmedida por lo que te pudiera suceder si no estás conectado, estate alerta porque es otro síntoma de la nomofobia.

«Las personas que padecen de nomofobia expresan que su teléfono es su vida, que lo es todo, y les brinda la sensación sobre todo de sentirse acompañados», asegura Marina Dolgopol.

  • ¿Cómo evitarlo?

Según Dolgopol, «la clave es aprender a controlarse, desprenderse del móvil de forma gradual, afrontar de forma aislada las sensaciones y pensamientos negativos derivados de este padecimiento como pueden ser las crisis de pánico».

Para prevenir este problema, se recomienda a los padres evitar que los hijos tengan conexión a la red desde su habitación y establecer unos horarios para un uso correcto de las tecnologías.

«Hay que separar momentos. La noche es para dormir y, por lo tanto, el móvil debe de estar apagado; del mismo modo, que la cena es para comer y no para estar con el móvil», explica la Directora de CEETA.

Desde el centro se recomienda acudir a un psicólogo para atajar el problema lo antes posible si ya se ha detectado tener algunos de estos síntomas. Todo sea para que nosotros dominemos el móvil y no el móvil a nosotros.

Fuente: levante-emv.com/

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