HORRORES DE EJECUCIÓN (2 de . . . ∞)

De vuelta con Einstein, y su famosa frase “Hay dos cosas que son infinitas, el universo y la estupidez humana, y del Universo, no estoy seguro”

Esta vez visitamos con cierta perplejidad la reforma o rehabilitación de una nave industrial, que al parecer por alguna imperiosa necesidad ha tenido que cambiar de cota, y la nave entera que estaba, en principio, adecuadamente anclada a su solera-cimiento, va a terminar (sólo si Dios quiere) apoyada en un murete perimetral que sinceramente espero que sea de hormigón armado.

Conociendo como conozco al viento, estoy seguro que está pensando, ¿debo actuar ahora y demostrar lo inestable que son esos neolíticos apoyos? o espero a que ese par de obreros terminen de colocar el otro lateral del cerramiento y ¿dar una buena demostración de el efecto de succión con la ayuda de tantos metros cuadrados de fachadas y cubierta?

Dejo a criterio de los lectores «las mil palabras» que encierra esta imagen y los reto a que no contengan insultos, adjetivos peyorativos, exclamaciones, exabruptos ya que Alberto se hubiera tirado de los pelos, pero nunca hubiera ido más allá de llamarlo «estupidez humana», que visto lo visto parece una redundancia.

Por cierto, me hubiera gustado tener fotos de cuando intentaron colocar el armado y el encofrado del muro en que estaría anclada esta flexible y resistente nave industrial . . . . . eso si no se convirtió en una gran masa de escombros debido al «perplejo» viento que la contemplaba.