Instantáneamente, la mayoría de nosotros tendemos a relacionar las malas notas de los niños en la escuela con una baja inteligencia, una dificultad en el aprendizaje o un déficit atencional. Sin embargo, nuevos estudios realizados en el Reino Unido nos dan cuenta de lo errados que solemos estar.
El magro rendimiento de un niño en la escuela se debe, las más de las veces, a la mala memoria. El componente principal en juego es la memoria de trabajo, la capacidad para retener información de forma temporal, que agiliza el proceso de aprendizaje al permitirnos incorporar técnicas y metodologías para hacer las cosas.
Los niños que poseen problemas de memoria presentan aparejado un problema a la hora de aprender con los métodos tradicionales de enseñanza, que premian la memoria en desmedro de la inteligencia y otras cualidades.
En una encuesta realizada a 3.000 escolares, se concluyó que un 10% poseían dificultades relacionadas con una mala memoria de trabajo, los mismos niños en los cuáles, los maestros reconocían dificultades de aprendizaje, mal comportamiento, escasa inteligencia y déficits atencionales.
Ahí es donde nos preguntamos, ¿Dónde está verdaderamente el problema? Sin duda alguna, la respuesta radica en las metodologías empleadas para brindar educación a esos niños y no en su capacidad, que por más que cuenten con una escasa dotación en memoria, su inteligencia puede ser muy desarrollada y aún así, el sistema educativo no lo reconoce.
Vía | La Flecha
Comments (1)
Wilson - 17 julio, 2014
Excelente nota, ya que mi sobrino tiene dificultades, y esto explica en gran parte porque.
saludos Wilson