¿Debe un proyecto estar preparado para gestionar los riesgos, que implica una pandemia como la del coronavirus?
ILUSTRACIÓN I. CORONAVIRUS Y LA GESTIÓN DE RIESGOS. EXTRAIDO DE FUENTE ANÓNIMA.
En primer lugar, vaya por delante, como no podía ser de otra forma, el gran pesar que a todos nos ha supuesto una enfermedad, fundamentalmente vidas que se han perdido. Pero también las posteriores consecuencias económicas y sobre todo la incertidumbre ante un futuro, que sin ninguna duda, va a ser totalmente distinto a todo lo que hemos conocido. Esperemos que hayamos aprendido la lección y que en un futuro, las consecuencias de un hecho similar no sean tan sumamente graves como las que se están manifestando en este momento.
Para responder a la pregunta del enunciado, hay que empezar por el principio
¿Qué se entiende por riesgos en un proyecto?
Riesgo de un proyecto es toda una incertidumbre conocida. Esta cuestión se plantea dentro de la planificación del proyecto. A medida que se va desarrollando, aparecerán distintos escenarios por los cuales podrá discurrir el proyecto. Evidentemente, no me estoy refiriendo a distintas opciones ante las cuales el director del proyecto pueda tomar decisiones al respecto; para eso, simplemente deberá echar mano de su propio conocimiento y el de su organización, para establecer el entorno de desarrollo más propicio para el proyecto.
Tampoco hemos de confundir el riesgo con las consecuencias de que algo salgo mal, a no ser que haya una dificultad previamente identificada. Si algo sale mal, simplemente por aplicación de alguna ley de Murphy, el proyecto cuenta con el procedimiento de gestión integrada de cambios para resolverlo, si es que se puede.
Así que el riesgo es algo conocido, pero del que no sabemos sus mecanismos de aparición, o al menos, no sabemos cómo controlarlos. ¿Quiere esto decir que un proyecto debe tratar todo tipo de riesgo existente sobre el mismo?
Evidentemente la respuesta es no. Es necesario establecer varios criterios en cascada que vayan filtrando los tipos de riesgos que se deben contemplar en el proyecto.
El primer criterio a tener en cuenta es si el proyecto va a ser capaz de gestionar ese riesgo. Aquí hay múltiples opiniones. ¿Debe cualquier proyecto ser capaz de hacer frente a por ejemplo, un terremoto?
La mayor parte de los proyectos no van a poder hacer nada frente a un terremoto, salvo seguir las indicaciones de las autoridades; pero quizás muchos deben tener previstos planes de contingencia y continuidad que les permitan que las consecuencias sean las menores posibles.
Tal vez no se esté hablando de un riesgo concreto, sino una causa de fuerza mayor. En este caso, el espectro se amplía de forma significativa, porque sí son muchos los proyectos que deben tener esta precaución, especialmente salvaguardando la información que se genera dentro del proyecto, y por supuesto, protegiendo la mayor cantidad de trabajo realizado, dentro de lo posible.
Por lo tanto, cada proyecto debe hacer una identificación y análisis de cada riesgo de forma individual, atendiendo tanto a las características del propio proyecto, como a los criterios que la organización establezca al respecto.
Estos criterios incluirán aspectos como:
- Naturaleza de los riesgos a identificar
- Grado de impacto en el proyecto
- Costo económico de su ocurrencia
Y el resultado, obviamente en caso de que finalmente se superen todos los filtros, debe ser un plan de respuesta específico; aplicándose en el momento en que se den los indicadores de ocurrencia del riesgo.
La ventaja de la gestión de riesgos, es que los planes de respuesta no siguen el procedimiento de gestión de cambios, ya que forman parte de la propia planificación del proyecto.
¿Debe un proyecto gestionar un riesgo como el coronavirus?
Evidentemente, prácticamente ningún proyecto es capaz de anticipar un riesgo tan devastador como una epidemia. Es sencillamente imposible poder identificarlo como un riesgo; por lo tanto, ningún proyecto actual ni futuro podrá gestionar un riesgo concreto así.
Pero lo que sí podrá realizar es un plan de respuesta basado en disponer continuamente las medidas necesarias, para que si ante cualquier adversidad, los trabajos se paran por causa de una fuerza mayor, el retorno a la actividad requiera el menor tiempo y las menores pérdidas posibles.
Como se ha dicho anteriormente, no todos los proyectos requerirán (o se podrán permitir, mejor dicho) realizar un esfuerzo continuado de prevención ante un riesgo de este tipo, pero sí serán muchos a los que una gestión orientada a la continuidad les ayudará a ver finalmente la luz tras un suceso tan importante como el que nos afecta estos días. De hecho, solo las organizaciones que cuenten con planes de continuidad de negocio a nivel corporativo serán capaces de definir la respuesta a este tipo de riesgos.
De nuevo, nuestro recuerdo para todas las víctimas y nuestro apoyo a sus familiares y amigos para que todo vuelva a la normalidad lo antes posible.
Enlaces de interés:
Página web de la OMS referida al COVID-19 https://www.who.int/es/health-topics/coronavirus/coronavirus
Artículo sobre la gestión de riesgos en un proyecto: https://www.projectmanagement.com/blog-post/27874/Risk-management–not-crisis-management
Autor: Alfonso Allende. Docente del Máster de dirección de proyectos internacionales – PMI® de EADIC.
