iPavement

Un pavimento inteligente, que se comunica con los usuarios a través de los móviles y tabletas para ofrecerles información sobre intensidad del tráfico, planos de la ciudad y del transporte público, así como información comercial y cultural del entorno, va a ser desarrollado con tecnología española y exportado a otros países del mundo. Es un sistema que permite pavimentar calles con una serie de tecnologías y que está estandarizado para que las administraciones públicas de los diferentes países puedan conectar ciudades entre sí a través de este sofisticado pavimento.

Tras varios meses de prueba y años de desarrollo, la empresa española Vía Inteligente ha anunciado que el próximo mes comenzará la fabricación a nivel industrial de sus baldosas iPavement, un ‘pavimento inteligente’ que incorpora conectividad vía Wi-Fi e incluso diversos servicios para los viandantes.

Las baldosas de iPavement no se diferencian mucho externamente de las normales. Tienen el mismo aspecto gris y resistente, miden 40 x 40 cm y pesan unos 24 kg cada una.

Hay dos versiones, una normal y otra acanalada adaptada para personas invidentes o con visibilidad reducida. Entre otras cosas, están diseñadas de modo que resistan las inclemencias del clima y temperaturas extremas.

La empresa ha trabajado en el diseño de este pavimento de modo que sea tan fácil de instalar y de mantener como una baldosa convencional.

En realidad no es necesario pavimentar el suelo al completo con ellas, algo que seguramente sería demasiado caro: puede cubrirse solo cierta zona -como se hizo ya en pruebas en la Puerta del Sol de Madrid con 375 baldosas– para delimitar una ‘zona wifi’ para los ciudadanos.

Tienen el mismo aspecto gris y resistente que las normales, miden 40 x 40 cm y pesan unos 24 kg

La parte tecnológica de las baldosas iPavement tiene varias funciones. Por un lado proporciona conectividad a los peatones a través de wifi. Por otro, es capaz de enviar mensajes Bluetooth a los dispositivos móviles como teléfonos y tabletas – quizá mensajes informativos o publicitarios.

Finalmente, las baldosas incorporan también unos sensores de vibración y temperatura. La idea es proporcionar información en tiempo real a una central que recoja los datos, de modo que se pueda analizar la cantidad de gente que pasa caminando por la calle o las condiciones medioambientales, por ejemplo si hay una helada en una zona concreta.

Voces críticas

Como suele suceder con algunos avances tecnológicos, también se han alzado algunas voces de protesta. Por un lado, hay quienes consideran que las ‘radiaciones del wifi’ pueden resultar perjudiciales para la salud, aunque esto carece de fundamento científico o médico alguno y parece más producto de cierto ‘pánico social’ a la novedad que fruto del consenso científico al respecto.

Por otro lado, los defensores de la privacidad consideran que más wifi ‘siguiendo’ a los ciudadanos puede suponer una intromisión en la vida de las personas… pero olvidan queutilizar este sistema es voluntario y opcional, y que actualmente la ciudad ya está llena de otras redes wifi similares.

Aparte de la fabricación de las baldosas en sí, que está previsto realizar tanto para España como para exportación a otros países, la empresa ha creado una serie de aplicaciones que pueden servir como ejemplo y punto de partida para los ayuntamientos que se planteen usar este tipo de tecnología en sus lugares públicos.

Utilizar el sistema wifi de las baldosas es voluntario y opcional

Entre ellas hay mapas y callejeros, acceso a rutas de transporte público, una sección de ocio, cupones de descuento e incluso una biblioteca virtual.

En cualquier caso, como el usuario normalmente tendría acceso a Internet -aunque la forma exacta dependerá de la instalación y quién la gestione- también podría acceder a sus servicios como el correo, chat y demás a través de un ordenador, tableta o teléfono móvil inteligente.