Reciclar se trata de reutilizar objetos que cumplieron con su tiempo de vida util. Se clasifican en desechos orgánicos e inorgánicos.
Orgánicos: Cuya procedencia es de un ser vivo (tejidos, sangre, materia fecal, cabello, plumas, etc.). Estos no se pueden reciclar así que son colocados en la tierra ya que no son contaminantes (pero no en agua).
Inorgánicos: Estos son cuya procedencia no se liga a un ser vivo (plásticos, metales, rocas, etc.) estos en su mayoría se reciclan especialmente los creados artificialmente (plástico, papel, metal, etc.) a estos se les puede dar otro uso fundiéndolos o destiñéndose dado el caso del papel.
Existe una corriente de opinión que considera que el reciclaje por parte de los ciudadanos a título individual es injusto porque quienes contaminan en grandes cantidades son las empresas y en parte no dejan de tener razón.
La verdad es que el título tiene trampa porque aunque haya gente que piense que esto del reciclaje no va con él, lo cierto es que todo el mundo puede y debe reciclar.
Las empresas con sus procesos industriales vierten grandes toneladas de residuos y humos a la atmósfera y en muchos casos llevan a cabo un exceso de embalaje de productos con el objetivo de que resulten más atractivos para luego convertirse en residuos totalmente innecesarios.
Sin embargo, eso no significa que los ciudadanos podamos mirar a otro lado. No podemos olvidar que somos nosotros los que generamos esa demanda así que deberíamos intentar controlar esa ansia de consumismo que nos invade a toda la gente.
El reciclaje es un problema, mejor dicho solución, de todos y todas. El ser humano tiende a ser egoísta pero debemos tomar conciencia de que solo trabajando conjuntamente podemos lograr mejorar el planeta donde cómodamente vivimos. No podemos echar la culpa a las grandes empresas ni tampoco dejar todo en sus manos. Todos debemos reciclar, no podemos desentendernos y decir “que lo hagan los demás” “que lo hagan a quien les pagan”.
Siempre decimos que es un problema de concienciarnos a nosotros mismos y a los que nos rodean y penalizar a las empresas que castigan el medioambiente y recompensar a las que tratan de llevar su actividad de una manera lo más sostenible posible. Siempre hablamos de COMPARTIR y en este caso significa compartir el problema que tenemos delante y colaborar todos en la solución del mismo. No olvidemos que cuidar el medio ambiente es cuidar a tus futuras generaciones. ¿Te gustaría dejar un futuro negro a tus descendientes? Seguro que no…