Domingo de Buen Humor…

Para empezar el Domingo sonriendo y mantener la sonrisa todo el día…

Empezamos con Caperucita Roja… chequen el siguiente video:

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El siguiente es de Ingenieros y Arquitectos:

Dos ingenieros iban en un vuelo a Cancún . Uno de ellos se sentó junto a la ventana y el otro en el asiento del medio. Al momento de despegar, un Arquitecto conocido de otra obra, se sentó en el asiento del pasillo, junto a los dos ingenieros. El arquitecto se quitó los zapatos sin calcetines y se disponía a dormir cuando el ingeniero de la ventana dijo:
– Creo que voy a levantarme por una Cerveza.
– No hay problema, yo se la traigo…  dijo el arquitecto.
En cuanto fue por la cerveza,  uno de los ingenieros tomó uno de los zapatos del arquitecto y escupió dentro. Cuando volvió con la cerveza, el otro ingeniero dijo:
– Ya se me antojó. Yo también voy a ir por una.
Nuevamente el arquitecto se levantó con la educación y gentileza que los carecteriza… por otra cerveza; en cuanto se fue el otro ingeniero tomó el segundo zapato del araquitecto y escupió dentro de él. El araquitecto regresó y todos se sentaron por un buen rato sin hablar en tanto los ingenieros bebían con gusto sus cervezas.
Cuando el avión estaba aterrizando, el arquitecto se puso los zapatos y descubrió lo que había pasado. Entonces se puso muy serio y dijo, con sobrada educación:

– Chin…. «$·&%/Çç*^¨ , ¿Hasta cuando va a seguir esto? ¿Este celo entre nuestras profesiones? ¿Este odio? ¿Esta animosidad? ¿Este escupir en los zapatos y orinar dentro de las cervezas?

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En un pueblo se está construyendo una carretera. Un pueblerino se sentaba largas horas a ver como se realizaba la obra cuando se topó con el ingeniero.

– Hola, soy George Pérez el ingeniero que hizo los estudios y encargado de la obra y la maquinaria.

– Hola, yo soy Federico López, soy del pueblo vecino.

– Veo que nunca habías visto cómo se hace una carretera moderna. Dime, ¿Cómo hacen las carreteras en tu pueblo?

– Bueno, en mi pueblo cuando queremos hacer una carretera de un pueblo a otro, soltamos un burro viejo y el animal escoge el camino más corto y más seguro y por ese camino hacemos la carretera.

– Y qué pasa si no tienen un burro?

– ¡Llamamos a un ingeniero!