Frecuencia de Crecientes.

El análisis de frecuencia de crecientes, o crecidas, utiliza los datos históricos de caudales máximos para generar información que ayuda a comprender el comportamiento de las crecientes que podemos esperar en el futuro.

Éstas son dos de las principales aplicaciones del análisis de frecuencia de crecientes:

  1. Predecir la posible magnitud de la creciente durante un determinado período.
  2. Estimar la frecuencia con que pueden ocurrir crecientes de cierta magnitud.

El análisis de frecuencia de crecientes brinda información sobre el potencial de crecientes en base a las condiciones actuales o pronosticadas. También usa los datos de las crecientes ocurridas en el pasado para actualizar las representaciones estadísticas de las crecientes que pueden ocurrir en el futuro.

El período de retorno es el período durante el cual es probable que se produzca una creciente de determinada magnitud. Por ejemplo, podemos definir la avenida de 100 años como la creciente que en promedio puede ocurrir una vez cada 100 años. En este ejemplo, el período de retorno es de 100 años. Sin embargo, las crecientes no son eventos cíclicos exactos, lo cual significa que no ocurren a intervalos precisos de 100 años.

Otra forma de concebir la avenida de 100 años es en términos de una creciente que tiene una probabilidad del 1 por ciento de ocurrir en cualquier año dado. Esto se conoce como probabilidad de excedencia o de ocurrencia, y se calcula fácilmente dividiendo 1 por el período de retorno.

Una avenida de 100 años es menos frecuente, pero de mayor magnitud, que una avenida de 25 años. En promedio, la avenida de 25 años ocurre una vez cada 25 años y tiene una probabilidad de excedencia de 1/25, es decir, del 4 por ciento, en cualquier año en particular. Eso significa que es cuatro veces más probable que ocurra que una avenida de 100 años, la cual sólo tiene una probabilidad de excedencia del 1 por ciento en cualquier año en particular.

La avenida de 100 años es de menor magnitud y 5 veces más frecuente que la muy rara avenida de 500 años, cuya probabilidad de ocurrir en un año dado es de 1/500, o del 0,2 por ciento.

En promedio, la avenida de 2 años ocurre 25 veces durante un período de 50 años. Para satisfacer esta definición, la distribución temporal de la avenida de 2 años podría ser uniforme, es decir, una crecida cada dos años. Sin embargo, la definición de avenida de 2 años podría satisfacerse igual si hubiera una creciente cada año durante los primeros 25 años seguidos y después no hubiera ninguna en los próximos 25 años. Obviamente, estos dos escenarios son bastante poco probables. La distribución temporal más probable de la avenida de 2 años es una serie de inundaciones distribuidas de manera desigual a lo largo del período de 50 años. El evento de 2 años puede ocurrir en varios años consecutivos y pueden darse intervalos de varios años sin ninguna ocurrencia.

De forma análoga a la avenida de 25 años, que en promedio ocurre una vez cada 25 años, la tormenta de 25 años también ocurre en promedio una vez cada 25 años. Un concepto equivocado común es que una tormenta de 25 años siempre produce una avenida de 25 años. Aunque esto puede ser un buen cálculo aproximado inicial, las condiciones del suelo afectan enormemente la escorrentía que generan las distintas tormentas.

Por ejemplo, si el suelo está saturado o erosionado es posible que un aguacero de 25 años se transforme en escorrentía de forma tan eficiente que podría producir un evento de escorrentía incluso mayor que una avenida de 25 años. De forma análoga, la existencia de condiciones secas o excelente cobertura vegetal podrían mitigar el impacto de una tormenta importante y producir una crecida menor.

Otro concepto equivocado común es que una avenida de 100 años sólo ocurre una vez cada 100 años o sólo una vez en un intervalo de 100 años. La verdad es que la probabilidad (y la improbabilidad) de que se produzca una crecida de esta magnitud es igual todos los años, como incluso lo es la probabilidad de que ocurran varias en el mismo año.

Existen dos aplicaciones básicas del análisis de frecuencia de crecidas. La primera consiste en estimar la magnitud potencial de la crecida que puede ocurrir en un intervalo de tiempo dado.

Un hidrólogo o un ingeniero civil pueden utilizar la información generada por el análisis de frecuencia de avenidas para determinar el tamaño de los arcos que deben incorporarse en el diseño de un puente o la infraestructura y estructura a utilizar. Es posible que la estructura del puente deba poder soportar caudales abundantes pero no frecuentes.

El segundo objetivo principal del análisis de frecuencia de crecientes es estimar el período de retorno de una creciente de cierta magnitud.

El análisis de frecuencia de crecientes puede revelar que un caudal tiene un período de retorno de 50 años. En otras palabras, “X” m3/s corresponden a una avenida de 50 años. Esta información se puede usar en el ámbito de planificación urbana e ingeniería civil para determinar el mejor lugar y las mejores prácticas de construcción para un nuevo desarrollo.

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Soy agrónomo creo en el manejo holístico aplicado a todos los aspectos de la vida... Ningún evento es aislado, su efecto tampoco... Actualmente trabajo utilizando la hidrología aplicada al desarrollo urbano (aplicando las enseñanzas de mis maestros en forma inversa :o) :o).

Comments (3)

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    Reply Yuri Villavicencio-Fdez - 9 septiembre, 2011

    Buenos días Amigo Eric. El Huracán Mitch que azotó a varios países de Centroamérica en 1998, se considera un evento de 500 años. Sin embargo, muchas de las zonas que sufrieron la mayor devastación (y te hablo particualrmente del caso de Tegucigalpa) permanecen en un estado de vulnerabilidad tal, que la frecuencia de avenidas similares es ahora, al menos anual. Esto complementa tu comentario de que en muchos casos las condiciones de la cuenca que se han visto alterados pro un desastre de esta índole también tiene repercusiones sobre los procesos futuros.
    Muchas gracias por tu aporte, me parece muy acertado y oportuno.

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      Reply ERIC E. ANDRADE A. - 9 septiembre, 2011

      Maestro Villavicencio… desgraciadmente es el cobro que la naturaleza nos presenta, en terminos generales, por nuestra falta de cultura ambiental, rasgo muy negativo de nuestro pueblo latinoamericano, repito, en terminos generales…
      Gracias por tu comentario…

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    Reply Yuri Villavicencio-Fdez - 9 septiembre, 2011

    A parte la foto está muy buena, la tomaste vos?

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