El Efecto de Isla de Calor, se describe como el aumento en las temperaturas y las variaciones de humadad locales registrados en las grandes ciudades, como resultado de la acción antrópica en el medio original. Muchos estudios (1 y 2) permiten constatar que las temperaturas descienden cada vez menos, y que la densidad de las construcciones, la reflectividad de los materiales empleados, la topografía, la presencia de zonas verdes y los flujos de vientos son elementos que inciden directamente en las variaciones climáticas de una ciudad.
Ya habíamos mencionado superficialmente este interesante fenómeno en el post «El Ciclo Hidrológico: El Precio de los Daños», pero considero necesario ampliar al respecto, haciendo una descripción más clara de las variables que pueden incidir en mayor medida en la intensidad del mismo.
Entre las principales causas observadas en estos estudios tenemos:
- Grandes superficies edificadas : el concreto es un material que absorve calor muy bien. A mayor cantidad de eficiaciones con este material (vertical y horizontalmente) la intensidad de este fenómeno aumenta. En cuanto a la edificación en general, hay otros factores que intervienen, como los materiales, el color de la pintura, el acabado del material, etc. , que pueden aumentar o disminuir en gran medida la tasa de almacenamiento y liberación del calor. En cuanto a la altura de las edificaciones, estas hacen un efecto de bolsa de aire, que a su vez afecta la corriente de la humedad natural como se ve en la figura a continuación:
- Cobertura vegetal y deforestación: por contraparte, la cobertura vegetal juega un papel importante, ya que se almacena el calor, pero la fotosíntesis, el uso consutivo de la radiación solar y la evapotranspiración, ayudan a regular en gran medida la liberación de la energía acumulada como calor. Diversos estudios muestran la relación directa entre las altas temperaturas urbanas y la falta de vegetación
- Presencia y manejo de cuerpos de agua: en nuestros países es una práctica sanitaria habitual, embaular o encauzar los ríos, o conformar el cauce de suerte que se acelere el cuadal y así evitar la proliferación de pestes como mosquitos. Por desgracia, al acelerar los cursos de agua se obtiene como efecto adverso que se anula el transporte de calor que dicho efluente realiza desde las ciudades hasta afuera. Estudios como el realizado por la Universidad y el Ayuntamiento de Zaragoza, muestra el efecto de reducción de temperatura que produce el río Ebro en la ciudad.
- Actividades Industriales y domésticas: algunos autores describen el efecto como un «efecto de invernadero» a nivel local. La combustión de hidrocarburos, el tratamiento de los residuos sólidos y las aguas servidas, generan grandes cantidades de gases de efecto de invernadero, que no siempre se pueden evacuar rápidamente de las zonas urbanas. Por otro lado la refrigeracion masiva puede producir efectos similares. La cápsula de gases solo puede ser rota cuando los vientos son superiores a 20 km/h, si en la superficie hay demasiados edificios de mucha altura el aire será obstruido y la cápsula no se romperá, sin embargo hasta lo más natural puede provocar una cápsula de calor(1)
- Relieve y Toporafía: Las ciudades localizadas en un valle rodeado de montañas de más de 500 m son más propensas a una isla de calor, pues es aire queda obstruido por las montañas que la rodean haciendo la cápsula más densa y gruesa.(1)
REFERENCIAS:
1.-Wikipedia, «Isla de Calor», 2011
2.-ProfESOr ESO, » La Presencia de una “Isla de Calor” en el Centro de Zaragoza es la Modificación más Clara de la Incidencia de la Actividad Ciudadana Sobre el Clima Urbano «, 2011