Históricamente, los seres humanos buscaron agruparse ayudándose mutuamente, lo cual, les trajo muchos beneficios, pero el crecimiento descontrolado de las ciudades también fue clave para la propagación de enfermedades que causaron incontables muertes a lo largo de la historia. Estas enfermedades además, se extendieron por todo el planeta.
En un principio, solo se conocían los síntomas y las consecuencias de esas enfermedades, sin embargo, se desconocían qué las causaban, de qué forma se transmitían o cómo tratarlas.
A finales del siglo XIX, Robert Koch (1843 – 1910) junto con Louis Pasteur (1822 – 1895) comienzan a estudiar la microbiología y descubrieron la existencia de bacterias, de qué forma ingresaban a nuestro organismo y por ende, cómo evitarlas.
Los estudios concluyeron que, en muchos de los casos, determinadas bacterias generaban enfermedades y estas podían ser trasmitidas por el agua o alimentos contaminados con ellas. Dichas bacterias conseguían entrar al tracto intestinal y finalmente terminar presentes en las heces.
Las formas de combatir estas bacterias hoy no parecen tan complejas, ya que poniendo en práctica buenos hábitos de higiene como el lavado meticuloso de la piel u objetos en contacto con los enfermos, la cocción de los alimentos, el mantenerlos alejados de moscas u otros vectores y la separación total de las fuentes de consumo de agua de los lugares de disposición de excretas.
Sin embargo, la escases del agua constituía un problema o la cosecha de agua de lluvia en recipientes sin tapa también lo era. Debido a esto, surgió la necesidad de frenar la transmisión de estas enfermedades de origen hídrico dando lugar a la creación de la ingeniería Sanitaria. La misma se encargaría del tratamiento y conducción de las aguas para asegurar la cantidad y calidad de las mismas así como también la conducción y neutralización de todo agente patógeno en las excretas.
Enfermedades hídricas como el cólera, producían diarreas acuosas y vómitos que causaban deshidratación grave produciendo la muerte en horas. Hoy se sabe que rehidratando y reponiendo sales es posible la sobrevida, siempre y cuando se cuente con agua segura.
A diferencia del cólera, la hepatitis puede ser producida por un virus o una bacteria, pero también es considerada una enfermedad hídrica debido a que tanto la Hepatitis A como la E se transmiten por agua contaminada, alimentos mal lavados o deficiencias en la higiene.
La poliomielitis es transmitida de persona a persona a través de secreciones respiratorias o por la ruta fecal oral. Sumado a las tres enfermedades antes mencionadas se encuentran la fiebre tifoidea, la shigella, meningitis, diarrea, etc. Todas ellas, están entre las principales causas de muerte de niños y lactantes.
Finalmente, en la actualidad, la Ingeniería Sanitaria amplió sus horizontes y hoy en día también interviene en cuestiones ambientales como la disposición final de residuos sólidos y la mitigación de la contaminación en el suelo y la atmósfera.
Autor: Ing. Hernán Beé
Universidad Tecnológica Nacional
Facultad Regional General Pacheco
Buenos Aires – Argentina
| Función de la Ingeniería Sanitaria y su Relación con la Salud
Comments (2)
adeluna100 - 29 marzo, 2020
muchas gracias por la información.
Hernán Beé - 31 marzo, 2020
¡Gracias a vos adeluna100 por formar parte de esta fantástica comunidad!