Metabolismo urbano es el intercambio de materia, energía e información que se establece entre el asentamiento urbano y su entorno natural o contexto geográfico. Metabolismo urbano es el intercambio de materia, energía e información que se establece entre el asentamiento urbano y su entorno natural o contexto geográfico.
La sostenibilidad está íntimamente relacionada con la presión que ejercemos sobre el medio natural que nos rodea, y para desacelerar esta presión se deben identificar nuevos indicadores del metabolismo urbano, así como trabajar en un nuevo urbanismo que gestione de forma eficiente estos flujos metabólicos y sea capaz de transformar una ciudad con metabolismo lineal en ciudades de metabolismo circular que imitan el funcionamiento de la naturaleza, y todo pueda reciclarse y reutilizarse.
“Las ciudades son algo más que estructuras de piedra y hormigón; son además, inmensos procesadores de alimentos, combustible y de todas las materias primas que nutren a la civilización. Son enormes organismos de metabolismo complejo sin precedentes en la naturaleza; son de naturaleza artificial, ya que concentran (en un área pequeña) cantidades de alimentos, agua y materiales que son mucho mayores de lo que la naturaleza es capaz de proveer; consecuentemente, el consumo de estos recursos genera enormes cantidades de basura y agua residual, y del mismo modo que la naturaleza no puede concentrar todos los recursos necesarios para hacer sostenible la vida urbana, tampoco puede dispersar los desechos producidos. ”
(Yunén, 1997).
En las ciudades de metabolismo circular, todo lo que sale se puede reutilizar en el sistema de producción, afectando a un entorno mucho menor. Por supuesto, esto es aún una línea de deseo. En la medida en que se encuentren y apliquen soluciones de sistemas circulares para el agua, la basura, la energía y los alimentos, nos acercaremos cada vez más a un desarrollo sustentable de las ciudades y por tanto del mundo en que vivimos, con un mejor uso de los abundantes recursos humanos, los preciosos recursos naturales y los escasos recursos financieros (al menos en el Tercer Mundo).
La ciudad es una de las creaciones humanas más complejas. Puede ser vista como un sistema conformado por sistemas naturales, físicos y culturales, interrelacionando en un área determinada; un sistema que no es homogéneo, y que no puede ser entendido como la simple suma de sus componentes.
Las ciudades dependen de una gran variedad de recursos: territorio, materiales, alimentos, combustibles, etc; y la forma en que estos recursos son usados, administrados, transformados y desechados después de su vida útil, tiene un profundo impacto no sólo sobre los habitantes de una ciudad en particular, sino sobre el todo el planeta y sus habitantes. Los problemas ambientales urbanos tienen una repercusión a escala local, regional y global.
En la naturaleza, los sistemas metabólicos son circulares, todo es renovado y nada desperdiciado; mientras que las ciudades tienen un sistema metabólico esencialmente lineal, los recursos fluyen a través del sistema urbano sin que exista mucha preocupación por su origen, la forma en que se usan y los desperdicios que se generan durante todo el proceso.