Un corredor verde es una franja de territorio que pone en contacto dos áreas naturales con la finalidad de conectarlas biológicamente y preservar los ecosistemas.
La opción por los corredores verdes supone una estrategia para disminuir la fragmentación del territorio producida por la ocupación del suelo por la extensión urbana y de las infraestructuras.
Un corredor verde urbano tiene una función semejante en la ciudad con la diferencia que en este caso la finalidad es conectar las áreas verdes dentro del casco urbano. Uno de los principales objetivos es configurar una red de corredores que faciliten el tránsito de personas y especialmente de fauna urbana. Esto se consigue a través de estrategias de naturación que comportan un incremento de la vegetación tanto en superficie como en altura.
Los corredores verdes urbanos también pueden ejercer la función de frontera entre el espacio urbano y el espacio rural. La definición y ejecución de corredores verdes urbanos variará en función de la tipología de ciudad y de la localización del mismo (corredor dentro del casco urbano o corredor-frontera entre el casco urbano y el medio rural).
De forma general, los pasos a seguir son:
1-Análisis de la compacidad de la ciudad en sus distintas variantes.
2-Identificación y análisis de los potenciales trazados de corredores y de los elementos que pueden contribuir a desarrollarlos:
-Calles, avenidas, bulevares, paseos
-Plazas, espacios de estancia, explanadas
-Parques y jardines y su vegetación
-Arbolado viario, vegetación en fachadas y azoteas
-Verde privado y verde público
-Orografía y espacios naturales periurbanos
3-Caracterización formal de los corredores a partir de las características del tejido urbano y establecimiento de propuestas de naturación concretas.
Actuaciones orientadas a la liberación de espacio público
Un corredor verde urbano se caracteriza por la pacificación del tráfico vehicular y la dotación de mayor espacio para peatones y bicicletas. Para ello es necesario implementar medidas que permitan conseguir el espacio suficiente para la habilitación adecuada de un corredor. Algunas de estas medidas pueden ir ligadas a la reorganización de las redes que se incluyen en los Planes de Movilidad o bien al desarrollo de los ámbitos incluidos en los Planes de Ordenación Urbana. La implantación de supermanzanas, por las características propias de este esquema de organización del espacio público, facilita el desarrollo de los corredores verdes.
Actuaciones estratégicas de naturación del espacio público
Una vez liberado el espacio público se requiere una serie de actuaciones para incrementar la presencia de vegetación tanto a nivel de calle como en la edificación. A nivel de calle se deberán elegir las especies idóneas para cada tipo de vía en función de la insolación, la amplitud y la permeabilidad del suelo.
En la edificación, en cambio, se ha de identificar el potencial de espacios que se pueden sumar a la red verde urbana como son fachadas –especialmente balcones y ventanas- azoteas, patios, medianeras. En este caso se deberán adaptar los mecanismos de actuación a situaciones diversas como, por ejemplo, la titularidad pública o privada del edificio (ya sea con un propietario o un conjunto de ellos) o el género del edificio (viviendas, oficinas, industrial).
Actuaciones para propiciar el incremento de la biodiversidad urbana
Paralelamente al desarrollo de las estrategias de naturación se han de considerar una serie de actuaciones que faciliten la conectividad biológica entre los grandes espacios verdes. Una de ellas es la elección de las especies vegetales, cuerpos de agua (fuentes, pequeños estanques) y comederos de modo que permita la nidificación y el desarrollo de la avifauna.