El primer error podríamos decir que se trata de un error de concepto en el diseño, es decir, puede que no se cometiera en obra, y es que cuando hacemos el refuerzo de una columna, debemos hacerlo en toda su longitud libre, y cuando tenemos varios niveles que lo interceptan, el criterio es el de continuar con el refuerzo al menos un tramo por encima del tramo que estructuralmente origina el refuerzo, para así dar continuidad a la transmisión de esfuerzos, o en su defecto anclarlo adecuadamente al nivel de losa superior.
El segundo error, está en haber aplicado directamente sobre una columna de fábrica de ladrillo un refuerzo de perfiles metálicos, sin haberle dado un recubrimiento de mortero de cemento que absorba de forma distribuida los esfuerzos que se transmiten mutuamente los dos elementos. Además el puente de unión suele ser más efectivo entre una superficie de mortero u hormigón y el acero que entre la fábrica de ladrillo y el acero.
El tercer error está en haber colocado la placa de acero que apoya a la viga justo en el hueco entre angulares; lo estructuralmente correcto es que esta se apoye mediante soldadura sobre las caras de los angulares y no en sus bordes, donde en principio la sección del angular es decreciente, y lo más grave que el apoyo de la placa pueda haber fracturado algunos ladrillos (otra vez esto se puede evitar revistiendo la fábrica de ladrillos antes de colocar los refuerzos de acero).
Cuarto error, en general las soldaduras no están bien realizadas, presentando un aspecto irregular que en principio da aspecto de tener cráteres, fisuras y salpicaduras que sin duda no pasarían un ensayo de líquidos penetrantes.
Quinto error, se ha sujetado la placa a elementos estructurales de diferente comportamiento, se ha soldado la placa a los angulares y se la ha atornillado al pilar de fábrica de ladrillo. Lo lógico y técnicamente correcto es que la placa se sujete a los perfiles y los perfiles al pilar de ladrillos, de esa forma no hay riesgo de que se produzcan sobreesfuerzo puntuales en la fábrica, como puede ser el caso de cualquiera de los pernos que presentan una unión tan rígida al haber sido colocados con resina en la fábrica y luego soldado las tuercas a la placa. Este es un típico caso que demuestra que no siempre “más es mejor” y en estructura metálica y soldadura se encuentran muchos errores así.
Adicionalmente se pueden referir otros errores de menor cuantía, como el excesivo recalentamiento que se le ha dado en algunos casos a los perfiles al soldarlos, o que tratándose de un pilar de fábrica la unión de la viga a la placa sea de empotramiento total al haber soldado todo su perímetro, e incluso todo el contorno en su apoyo sobre el trozo de angular, sin embargo asonbra que no se haya dispuesto ningún rigidizador en el trozo de angular referido. La reparación del tramo de columna por encima del refuerzo deja mucho que desear, basta con ver lo variable que son las uniones verticales de mortero de ladrillo, cuando las hay, ya que alguna no lleva mortero.
Por cierto, la persiana de la ventana está rota, aunque eso es un error del decorador; disculpen el chiste agrio . . .
Comments (3)
Aramis Bravo - 1 noviembre, 2011
Muy buen aporte, ingeniero. Me agradó mucho esa frase que es muy cierta: «No siempre más es mejor». Estaré al tanto para seguir leyendo sus publicaciones. Gracias.
Ing. Xavier Ycaza - 2 noviembre, 2011
Gracias Aramis por tu comentario, a mi también es una frase que siempre me recuerda que todo tiene su justa medida, y como técnicos es nuestro deber mantenerla controlada, y no sólo por una cuestión de ahorro de tiempo y dinero, sino porque así todo funciona mejor. Un cordial saludo.
Roberto - 4 enero, 2012
cada dia se aprende mas y mas, especialmente con ejemplos…gracias x los ejemplos ing.seguimos atento a las nuevas publicaciones 😀