Incluso los alimentos que tomamos dependen de la minería para poder llegar a nuestra mesa. Si no hubiera:
- Carreteras y combustibles para transportarlos.
- Metales para envasarlos.
- Gases para conservarlos.
- Materias primas para construir y diseñar los medios de transporte utilizados (hierro, aluminio, carbono, manganeso, titanio, etc).
- Áridos para el cemento que se necesita para construir el propio supermercado.
¿Alguien puede imaginar cómo llegarían las conservas, la carne, los vegetales, los congelados, etc. al supermercado, y de allí a nuestro hogar? Tendríamos un serio problema de disponibilidad de alimentos.
No sólo hay que considerar este aspecto, sino también la necesidad de fertilizantes (que provienen íntegramente de la minería) para poder conseguir cosechas en cantidades y calidades adecuadas para el ser humano. Así podríamos seguir con una lista interminable de aspectos de la vida del ser humano en los que la minería resulta fundamental.
Explotación minera a cielo abierto. Canteras la Verde II, S.L. Aguilar de Campoo. España
Por tanto, resulta ser un sector estratégico a nivel mundial. No hay más que darse cuenta de que absolutamente todo lo que nos rodea en nuestra vida cotidiana procede de la minería, sea directamente o después de haber sufrido algún tipo de transformación metalúrgica. Todo el mundo parece olvidar que hasta su pasta de dientes procede de la minería.
Las dos materias primas más consumidas en el mundo son productos mineros: el agua y los áridos para construcción, obra civil y obra pública.
Actualmente se habla del cambio climático, de la contaminación, de la problemática medioambiental… e, inevitablemente, se termina demonizando el sector minero.
Todos apostamos por las energías limpias, eólica, geotérmica, solar fotovoltáica, solar térmica, etc. Desde luego, es una evolución obligada y lógica la que el ser humano tiene que acometer para lograr depender exclusivamente de estas energías limpias, pero hay un aspecto clave a tener en cuenta: la minería, como actividad industrial, produce las materias primas necesarias para que el ser humano desarrolle y fabrique la tecnología adecuada para poder depender única y exclusivamente de las energías limpias.
Testigos de sondeos en mina metálica. Lomero poyatos. España
Es decir, ¿de dónde sacamos el silicio para las placas solares, los metales para las palas de los aerogeneradores o, más recientemente, los áridos para el hormigón de las torres de sustentación? ¿De dónde sacamos todo el cableado necesario para transportar la energía creada en el panel fotovoltaico y ponerla a disposición del consumidor?
La respuesta es única e inmediata: el origen de todo ello es la minería, pues pone a disposición del ser humano todo lo necesario para que, con su intelecto, sea capaz de crear un desarrollo sostenible en todos los ámbitos de la vida cotidiana.
La minería como actividad industrial genera riqueza en aquellos núcleos humanos donde se implanta, con importantes necesidades de inversiones locales, mejoras en los servicios como por ejemplo infraestructuras, etc.
Por todo ello, la minería no sólo ha sido el pasado del ser humano, sino que es el presente y, sin duda alguna y con prácticas sostenibles (hacia donde todas las empresas mineras deben dirigir sus esfuerzos), será nuestro futuro.
Autor: David Fernández López. Docente del Máster en Minería: Planificación y Gestión de Minas y Operaciones Mineras de EADIC.