Reflexiones sobre la matriz de riesgos en evaluaciones de seguridad vial laboral

Podemos pensar que a la hora de calcular la evaluación de riesgos en materia de seguridad vial dentro de una empresa, entramos en un subjetivismo propio del que la realiza. De hecho, se dice que el papel aguanta “todo”. Pero, esto no es así…

 

La matriz de riesgos se calcula como la probabilidad de sufrir accidente tráfico x lesividad accidente. Con ello obtenemos la clasificación global del riesgo. Podemos usar un código de colores para los riesgos en nuestra matriz como el siguiente: verde (riesgo bajo), amarillo (riesgo medio), naranja (riesgo alto) y rojo (riesgo muy alto).

La primera vez que la hagamos tenderemos sin querer a ir a los colores amarillos y verdes por falta de información y/o conocimiento, o bien porque infravaloramos el riesgo de sufrir un accidente laboral.

Ahora bien: ¿cómo valoramos la “probabilidad” y la “lesividad” en materia de seguridad vial laboral de manera correcta? Sabemos que un accidente/incidente se produce por varios factores que pueden ser o no concurrentes: factor humano, factor vehículo, factor vía, factor ambiental y factor organizacional.

La seguridad vial es, muchas veces, compleja y no es tan claro el efecto causa-efecto. Es por ello, que debemos partir de unos supuestos razonables y, a partir de allí, empezar a construir. Sabemos que las carreteras que tengan mayor número de TCA´s son probabilísticamente más peligrosas que otras que no los tengan, el porcentaje de pesados también nos habla de las condiciones del tráfico. Los niveles de servicio según el Manual de Capacidad HCM 2010, hay días y horas según los datos registrados más peligrosos que otros… Es decir, intentaremos a nivel de rutas, planificar los recorridos en espacios y tiempos reduciendo la probabilidad de accidente para los factores vía y organizacional. Para los vehículos aumentaremos las inspecciones para reducir la incidencia del factor vehicular y, por último, el factor humano tendremos que tratar con temas como años de experiencia, perfil del conductor, carga de trabajo, reconocimiento de estado físico y psíquico, etc.

La lesividad podemos sacarla de las velocidades del tramo e histórico de accidentes en empresas similares o cercanas a nuestro ámbito. También hay estudios de lesividad según tipo de vehículo y velocidades.

¿Cómo se chequea o se revisa esta primera matriz de riesgos? Con los registros de incidentes, accidentes, con las reuniones de prevención de accidentes laborales viales, compartiendo buenas prácticas con la “Carta Europea de Seguridad Vial”, publicaciones especializadas en estos temas tipo MAPFRE, RACE, etc.

Por último, hay que recordar que la matriz de riesgos es un documento vivo, es decir, se debe actualizar constantemente para que sea un reflejo de la realidad y sea una herramienta útil. De esta manera conseguiremos que sea reflejo más parecido de la realidad de nuestra empresa.

Autor: Ángel Ignacio Gascón García. Docente del Máster Internacional en Tráfico, Transportes y Seguridad Vial de EADIC

 

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