Los productos que empleamos en la construcción de edificios e infraestructuras, se fabrican a partir de materia prima extraída directamente de la Naturaleza, de fuentes no renovables, y tras procesos de transformación más o menos intensos se colocan en obra.
La intensidad de la transformación de la materia prima, en la que se emplean grandes cantidades de agua y energía, tiene como objetivo fabricar productos de calidad, que se adecuen a las exigencias establecidas en la normativa, y que sean durables, es decir, que no se deterioren por la acción de los fenómenos meteorológicos, por la agresividad ambiental, o por el uso continuado.
Además del material que constituye el suelo del estanque, quizá tenga que utilizar otros materiales muy diversos, por ejemplo, para los cimientos o para los mecanismos de abastecimiento y regulación del agua. Los materiales pueden ser de origen local, por ejemplo, bambú y madera; en estos casos, quizá deba recurrir a comerciantes especializados, por ejemplo para adquirir ladrillos, bloques de cemento, hormigón y plásticos (para las tuberías).
Selección de materiales.
- La elección de los materiales de construcción debe efectuarse teniendo en cuenta sobre todo su idoneidad, su disponibilidad local y el dinero que está dispuesto a invertir.
- Si es la primera vez que se dedica a esta actividad y la explotación prevista es muy pequeña, lo mejor es utilizar estructuras sencillas y no gastar demasiado en materiales. Cuando adquiera experiencia y considere que ha Ilegado el momento de una ampliación, podría aumentar sus inversiones y construir estructuras mejores y más permanentes.
- Si desea construir una gran explotación piscícola, deberá elegir desde el primer momento las estructuras permanentes más idóneas.
Peso por unidad de volumen de los materiales
Por lo general, los materiales no se encuentran en el lugar mismo de la construcción y hay que transportarlos hasta allí. Para planificar debidamente esta operación y estimar mejor el costo de transporte y manipulación, en el que se indica el peso por unidad de volumen (kg/m3) de los materiales básicos más comunes.
Utilización y tratamiento de la madera
La madera utilizada como material de construcción permanente no debe tener corteza ni grandes agujeros o demasiados nudos. Debe ser madera seca y no estar torcida ni partida. Conviene almacenarla horizontalmente en un lugar seco con buena circulación de aire.
Para usos temporales, por ejemplo, para hacer cajas de moldeo para el concreto, utilice madera ligera y barata. Si la va a utilizar de nuevo, compruebe que las superficies que tocan el concreto están lisas y no tienen clavos ni astillas. Para construir estructuras de regulación del agua, utilice madera más pesada, si es posible muy resistente.
Para aumentar la resistencia, sobre todo de la madera que está en contacto permanente con el suelo, puede tratar su superficie.
Ladrillos de arcilla, bloques de cemento u Concreto y piedras
Ladrillos de arcilla
Hay muchos tipos diferentes de ladrillos. Las ladrillos huecos ligeros no son normalmente lo bastante fuertes como para utilizarlos en la construcción de una explotación piscícola. Los ladrillos macizos de arcilla cocida son los que se utilizan más habitualmente en estas construcciones. Se hacen con arcilla, se secan al aire y se cuecen en un horno especial. Su calidad depende en gran parte de este último proceso. Rechace los ladrillos con demasiadas irregularidades, grietas y poco o demasiado cocidos.
También se pueden utilizar ladrillos de fabricación industrial, que pueden ser macizos o con una hendidura poco profunda en cada lado, o con dos o tres huecos pequeños. Los «ladrillos resistentes prensados a máquina», normalmente de color amarillo/negro, son también útiles para los cimientos y zonas de fuerte carga, ya que son mucho más sólidos y resistentes a la penetración del agua.
Los ladrillos pueden obtenerse por lo general en tamaños estándar, que varían de un país a otro. Entre los tamaños estándar pueden citarse, por ejemplo, los siguientes: 4 x 10,5 x 22 cm, 6 x 10,5 x 22 cm, 7,5 x 10 x 20 cm y 10 x 10 x 20 cm.
Los ladrillos se utilizan con mortero de cemento. Deben almacenarse y manipularse con cuidado para evitar roturas excesivas. Antes de su utilización, deben introducirse en agua al menos durante 30 minutos.
Bloques de cemento u concreto
Los bloques de cemento u hormigón se hacen con una mezcla que se vierte en un mole y se somete a presión para que adquiera una forma especial. Los bloques de concreto pueden hacerse sobre el terreno en caso necesario, pero hay que moldearlos bien. Los bloques deben tener al menos 28 días antes de poder usarlos para la construcción.
Los bloques de cemento pueden ser huecos y macizos. Se pueden obtener en varias medidas estándar, normalmente con una longitud que va de 40 a 50 cm, una altura de 20 cm y un grosor de 5; a 20 cm. Como ejemplo cabría citar las siguientes medidas estándar: 5 x 20 x 40 cm, 10 x 20 x 40 cm y 20 x 20 x 40 cm. A veces pueden obtenerse bloques de diferente altura: por lo general, cuanto más pesado es el bloque, mayor es su resistencia. Los bloques se utilizan juntamente con el mortero de cemento. Deben almacenarse y manipularse debidamente. Antes de su utilización hay que mojarlos bien en agua.
Los ladrillos de arcilla y los bloques de cemento estándar tienen poca resistencia a la humedad. Por ello, no conviene utilizarlos en los cimientos o en las construcciones subterráneas. Cuando deban estar en contacto con el agua, habrá que protegerlos bien, impermeabilizándolos con una capa de mortero rico.
La Piedras
Las piedras se utilizan en algunos lugares para la construcción, por lo general para las paredes y para recubrir los canales, diques y vertederos. Sus características dependen del tipo de roca de que proceden (véase Suelo y piscicultura de agua dulce:
Sedimentarias: piedras areniscas, piedras sedimentarias, pizarras, caliza. Estas son uniformes, regulares, muchas veces blandas, con esquinas redondeadas, y con frecuencia se pueden dividir o cortar para formar bloques de forma regular.
Volcánicas: granito, basalto, resinilla, piedra pómez. Estas presentan características diversas y suelen ser duras y resistentes y de estructura irregular. Es difícil hacer bloques con ellas. Las rocas de lava blanda son muy ligeras y frágiles.
Metamórficas: mármol, cuarcita. Suelen ser de forma irregular, dura, muy áspera y difícil de moldear. Se pueden extraer láminas lisas de gran utilidad para detener el movimiento del agua.
Las piedras pueden utilizarse «en seco», sin ningún tipo de mortero ni material para juntas, seleccionando cuidadosamente la forma de cada una de ellas y haciéndolas encajar, o, más normalmente, «en húmedo», fijándolas con mortero.
Para los muros, a no ser que disponga de sillares labrados, convendrá tener piedras de distintos tamaños y utilizar las pequeñas para rellenar los espacios y sujetar las más grandes.
Necesitará también piedras de mayor tamaño en las esquinas y a intervalos a lo largo y ancho de los muros para hacerlos más resistentes y estables.
Normalmente, las piedras con bordes irregulares y rugosos permiten construir muros más fuertes. Para revestir los canales, es mejor utilizar piedras pequeñas, lisas y redondeadas, ya que dejan correr el agua más fácilmente.
Seleccion de Arena
Conviene utilizar una mezcla limpia y de buena granulometría de arena entre gruesa y fina, con partículas cuya dimensión oscile entre 0,2 y 5 mm. Si es posible, evite la utilización de arena de playa de mar o de depósitos de arena contaminados de sales. Si debe utilizar estos materiales, lave bien antes la arena.
Algunas veces se encuentran depósitos naturales de arena no muy lejos del lugar de la construcción, por ejemplo, en el lecho de una corriente, en zonas desecadas antes ocupadas por un lago o una corriente o en una cantera, pero son muy pocas las veces en que la naturaleza permite disponer de arenas de buena granulometría. En muchos casos, tendrá que cribar la arena con un tamiz de 0,2 mm de malla para eliminar las partículas más finas. Si hay partículas de más de 5 mm, deberá también eliminarlas, utilizando una malla de 5 mm.
Selección del cemento
Procure utilizar cemento Portland normal, que es el más común y el más fácil de conseguir. Se caracteriza porque fragua y se endurece en presencia de agua al mismo tiempo que produce calor y pierde volumen.
No olvide que un mortero demasiado rico de cemento se agrieta al endurecerse.
Nota: El cemento Portland se deteriora notablemente en contacto con aguas ricas en sulfato de calcio (más de 0,5 g/l) o cloruro de sodio (más de 4 g/l). En tales casos, por ejemplo, en suelos ácido-sulfáticos o próximos a aguas salobres, convendría utilizar cemento resistente al sulfato. Este tipo especial de cemento no debe mezclarse nunca con el Portland. Si no puede conseguirlo, utilice una mezcla ligeramente más rica de cemento Portland, prestando especial atención a la mezcla, utilización y fraguado y comprobando que el cemento se ha curado bien antes de dejarlo entrar en contacto con el suelo o el agua.
El cemento Portland se clasifica normalmente atendiendo a su posible resistencia a la compresión, que normalmente es de aproximadamente 250 kg/cm2 ó 325 kg/cm2. Para construir explotaciones piscícolas normalmente se suele utilizar el primero de ellos.
Agua para la Obra
El agua debe ser limpia y neutra o ligeramente alcalina (pH 7 a 8,5). Debe estar libre de materia orgánica, aceite, álcali o ácido. Evite utilizar agua salada o agua demasiado rica en sulfatos (más de 250 ppm).
Si tiene que utilizar agua salobre o sucia, añada una cucharada de jabón en polvo por cada saco de cemento utilizado. Disuelva el jabón en una pequeña cantidad de agua y añádalo a la mezcla.
Barras de acero
Las barras de acero deben estar limpias, sin grasa ni tierra. La herrumbre, a no ser que sea tan grave que reduzca la resistencia de las barras, no constituye un problema grave, aunque convendría eliminar la herrumbre suelta con un cepillo de alambre.
Para doblar las barras de acero en la forma deseada, necesita una plancha pesada o placa de acero bien sujeta en la que se hayan introducido previamente cuatro pequeñas clavijas de acero de 10 mm de diámetro. Si son muchas las barras que tiene que doblar, quizá le convendría construir un banco de trabajo sólido.
Compre una abrazadera especial o hágase usted mismo una serrando una pequeña hendidura en una barra de acero muy gruesa.
Introduzca la barra de acero que se debe doblar entre dos de las tres primeras clavijas, comprobando que la barra esté situada en el lugar por donde se quiere doblar. Sirviéndose de la abrazadera, doble la barra de acero en el lugar donde hay una sola clavija.
Una vez cortadas y dobladas las barras en la forma deseada, se procede a reforzar el hormigón. Las barras deben sujetarse firmemente, con alambre, en sus intersecciones.
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