La Biorremediación y la Fitorremediación.

La biorremediación se refiere a todos aquellos métodos que se basan utilización de organismos vivientes (hongos, bacterias, plantas o algún otro microorganismo o sus subproductos como enzimas) , en la eliminación de desechos en ambientes contaminados, de manera que se puedan restaurar las condiciones naturales del mismo.

Si bien este tipo de procesos se conocen desde la antigüedad, es con el desarrollo de la ciencia de las biotecnologías, que la biorremedicación ha cobrado gran importancia en el tratamiento de aguas residuales, rellenos sanitarios, así como en la recuperación de lagos y otros cuerpos de agua, contaminados por la acción de diversas industrias como la minería y las actividades agrícolas humanas.

Ha sido utilizada exitosamente  en la degradación bacteriana de compuestos organoclorados (como pesticidas) o de hidrocarburos (petróleo y otros), siendo el científico norteamericano George M. Robinson, uno de los pioneros en este campo, al experimentar con microorganismos en frascos contaminados con petróleo, durante la década de 1960.

En la actualidad algunos metales pesados como el cadmio, el mercurio y el plomo, no son tratables por estos métodos en la actualidad. Sin embargo, no se pierde la esperanza que con los avances en Ingeniería Genética, pronto se pueda contar con soluciones.

En el caso particular del mercurio, se está estudiando una variedad de E. Coli, generticamente modificada para el sistema trasporte de mercurio junto con la enzima organomercurio liasa, alterando la solubilidad del metal y haciendo así más dificil que sea absorvido por otros seres vivos.

También se ha logrado mutar a la bacteria Deonococcus geothermalis, en una nueva especie que los científicos han llamado Deinococcus radiodurans para la biorremediación de medios de desechos radioactivos a altas temperaturas.

Recientemente, se ha descubierto un hongo tropical (Pestalotiopsis microspora ) es capaz de digerir el poliuretano y mejor aún, que es capaz de hacerlo en condiciones anaeróbicas, tales como las de los vertederos y rellenos sanitarios.

También se cuenta con otra línea de ataque en este campo: la Fitorremediación. Aquí se utilizan plantas para que asimilen metales pesados hasta las propias partes de la planta, para ser después separados adecuadamente. Por otro lado los compuestos pueden ser neutralizados químicamente por los procesos de síntesis de la propia planta o volatizados.

Se ha utilizado fitorremediación con éxito en la eliminación de arsénico, cuya legendaria toxicidad es conocida y achacada a la actividad minera. En este caso, se utiliza una variedad de helechos (Pteris vitatta) los cuales extren gran parte de las concentraciones de este metal del suelo, fijándolo en las partes aéreas de la planta.

En la actualidad se están modificando muchas cepas de bacterias y plantas, principalmente para estos fines. Si bien se han logrado grandes avances en este campo, no todos los compuestos son susceptibles a la biorremediación por medio de microorganismos y también supone un problema desde el punto de vista del control, dado que no se sabe con una certeza absoluta sobre la estabilidad genética de estos mutantes bacterianos, ni los impactos posteriores que pudiesen tener. Pese a lo anterior, el panorama se considera alentador.