Un aislante puede resultar fundamental para nuestra salud y si es ecológico lo puede ser también para la reducción de nuestros gastos.
Desde el punto de vista de nuestra salud, esto es así porque, a partir de 80 decibeles, el nivel de ruido puede causar problemas en el sueño, estrés y otros trastornos en el organismo.
Desde el punto de vista económico, como todo elemento ecológico, puede resultar un poco más costoso al principio, pero sin duda nos permitirá reducir costos luego.
Cuando hablamos de aislamiento ecológico nos hacemos referencia a productos que entregan buenas prestaciones en acústica y térmicas pero que además son naturales, reciclables y compatibles con el medio ambiente.
Los aislamientos juegan un papel crucial en la construcción, un aislante no solo nos resguarda de los agentes externos (calor, frio, ruidos, …), si no que además contribuye de manera muy importante a la reducción de costos de energía en nuestros hogares.
El aislante nos protege del calor y del frio, y sus propiedades lo convierten en un aislante acústico excepcional. El aislamiento de celulosa es uno de los que combina la protección térmica y acústica y la de control de condensación en un solo material.
Dentro de la gama de aislantes que se emplean en la construcción, existe un subgrupo de “materiales naturales” que están fabricados con productos no sintéticos, tales como la celulosa, papel de periódico, fibras de maíz o fibras de madera. Esto los convierte en la alternativa “verde” ante el resto de aislantes más conocidos (la lana de roca, la espuma de poliuretano o el poliestireno extruido). Pero ¿es realmente eficiente este aislamiento ecológico?
Parámetros a Considerar.
La variable más relevante a la hora de comparar aislantes es la conductividad térmica, que mide la capacidad de los materiales para conducir calor y frío. Para ilustrar esto, tomaremos el valor de un gran conductor de calor, el acero, cuya conductividad térmica es de 50 W/(m*K), frente a la madera que tiene 0,13 W/(m*K). Es decir, cuanto menor sea este valor, mejor funcionará como aislante térmico.
Comparativa de aislantes térmicos:
La conductividad térmica de los materiales aislantes más utilizados en construcción son:
-Conductividad térmica Espuma de Poliuretano: 0,029 W/(m*K).
– Conductividad térmica Poliestireno expandido mejorado con grafito: 0,032 W/(m*K).
– Conductividad térmica Poliestireno extruido: 0,034 W/(m*K).
– Conductividad térmica Lana de roca: 0,037 W/(m*K).
– Conductividad térmica Poliestireno expandido: 0,039 W/(m*K).
Los aislamientos de materiales naturales o ecológicos son:
– Aislamiento de Lino: 0,040W/(m*K).
– Aislamiento de Fibra de madera: 0,039 W/(m*K).
– Aislamiento de Celulosa en placas: 0,039 W/(m*K).
Destacamos el aislamiento de lino formado por lino (80%), almidón de patata (10%) y sal bórica (10%).
Los aislamientos térmicos de materiales naturales o ecológicos tienen un poder aislante algo menor que los materiales convencionales, si bien entendemos que ésta reducción es poco significativa.
Aunque todos los aislamientos térmicos en su funcionamiento son ecológicos, ya que ahorran energía y por tanto reducen emisiones de CO2 a la atmósfera, los aislamientos de materiales naturales son también ecológicos en su proceso de fabricación, debido a que están formados por materiales que nos da la naturaleza. Todo lo expuesto convierte al aislamiento ecológico en una opción muy notable.
El aislamiento ecológico es ya hoy una alternativa real. Evidentemente, existen otros valores y características técnicas, para este aislamiento ecológico con materiales naturales, que son tan determinantes como la conductividad térmica, como es el grosor o el número de capas a instalar, su densidad, su absorción acústica, e incluso su resistencia al fuego. La correcta conjunción de todas estas variables hace funcionar nuestra vivienda de una manera eficiente, tanto energéticamente como acústicamente.