De acuerdo al Reglamento Nacional de Construcciones de diversos tipos de suelos son identificados según el Sistema Unificado de Clasificación (SUCS). Este sistema agrupa los suelos en dos clases: suelos de partículas gruesas y suelos de partículas finas.
Se considera suelos de partículas gruesas cuando más de la mitad de la masa del suelo, al ser sometida a tamizado, es retenida en la malla N° 200.
- A este tipo de suelo corresponden la grava y la arena.
Cuando más de la mitad de la masa del suelo pasa la malla N° 200 se le considera suelo de partículas finas: limos y arcillas.
A su vez, a los suelos de partículas gruesas se les subclasifica en:
- Gravas: Más de la mitad de la fracción gruesa es retenida en la malla N° 4.
- Arenas: Más de la mitad de la fracción gruesa pasa la malla N° 4.
Aproximadamente puede considerarse que la abertura del tamiz N° 4 equivale a medio centímetro.
En los estudios del suelo, cada tipo de suelo es identificado mediante simbología convencional; así, por ejemplo, la grava es identificada con la letra G (proveniente del idioma inglés, gravel); la arena con la letra S (sand); la arcilla, C (clay); el limo, M; Pt identifica la turba y otros suelos con alto contenido de materia orgánica.
- La abertura del tamiz N° 200 corresponde aproximadamente al tamaño de la menor partícula apreciable a simple vista y equivale a 0.074 mm (74 micras).
Generalmente – según hemos visto – las capas del subsuelo están constituidas por diversos tipos de materiales. En estos casos, se les designa de manera compuesta; por ejemplo, GM significa grava limosa. Otros símbolos también son empleados para precisar importantes propiedades de los suelos, que trascienden en su capacidad portante y comportamiento en cimentaciones.
Comments (2)
Gustavo Salazar Longas - 3 marzo, 2012
Gracias por esta entrega, es una entrada normalizada para el desarrollo profesional. Cordial saludo
Ing. Civil
Gustavo - 20 noviembre, 2013
gracias por los aportes