En esta ocasión les dejo la 3ª parte del artículo de las 5 R’s.
Paso 5: Reclamar.
En las últimas décadas se ha tomado mucha más conciencia de los efectos perjudiciales de la contaminación ambiental para los seres humanos y su calidad de vida.
La Conferencia de Estocolmo se considera un punto de partida importante en el desarrollo del derecho ambiental en el ámbito mundial y nacional. El Principio 1 de la Declaración de Estocolmo estableció una relación entre la protección ambiental y las normas de derechos humanos, al afirmar:
“El hombre tiene el derecho fundamental a la libertad, igualdad y condiciones adecuadas de vida, en un ambiente con una calidad que le permita vivir con dignidad y bienestar; y, tiene la responsabilidad de mejorar y proteger el medio ambiente para las presentes y futuras generaciones”.
Toda persona tiene derecho a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado. Por ello, está legitimada para denunciar los actos que infrinjan ese derecho y para reclamar la reparación del daño causado.
Según lo leído en los párrafos anteriores, todos tenemos el derecho y la responsabilidad de reclamar por una buena calidad ambiental, pero esta reclamación no solo debe verse desde el punto de vista penal, sino con más fuerza, desde el punto de vista que tenemos como consumidores.
Como consumidores, tenemos el poder de RECLAMAR Y EXIGIR en nuestras manos, así que debemos ejercer este poder a favor del medio ambiente y de nosotros mismos. ¿Cómo lo hacemos?, algunas formas son:
1. Reclamar en los supermercados donde compramos, por qué no tienen bolsas de papel reciclado o de tela, en lugar de bolsas plásticas.
2. Reclamar en estos mismos supermercados, por qué no reciben para reciclar, los galones plásticos, botellas o latas, de leche, jugos o refrescos que compramos allí.
3. Reclamar por que se vendan productos orgánicos libres de agroquímicos.
4. Reclamar para que se asocien con proveedores certificados ambientalmente.
5. Reclamar a las municipalidades para que se ejecuten programas de separación de desechos en las comunidades.
6. Reclamar y exigir a los diputados leyes y reglamentos que obligue a la población y a empresas a reciclar y disminuir el consumo energético, entre otros.
7. Reclamar en nuestros trabajos un programa de ahorro de papel, agua o electricidad.
8. Reclamar por más espacios positivos y de educación ambiental en noticieros y en la televisión nacional.
Considerando el punto número del apartado anterior papel y bolsas de plástico requieren de muchos recursos y energía, y el reciclaje adecuado requiere la debida diligencia de los consumidores y recolectores de residuos municipales o empresas de reciclaje privado, por lo que hay una gran cantidad de variables que pueden dar lugar a tasas de reciclado.
En última instancia, ni papel, ni bolsas de plástico son la mejor opción, creemos que la elección de bolsas de tela reutilizables en cambio, es el camino a seguir.
Desde un punto de vista energético, de acuerdo con un estudio australiano, usar bolsas de lona o tela es 14 veces mejor que las bolsas de plástico y 39 veces mejor que las bolsas de papel, asumiendo que las bolsas de tela se utilizan 500 veces durante su ciclo de vida.