La demanda de agua por las ciudades se expresa por su dotación, la cual depende esencialmente del sistema de suministro de agua a los habitantes.
El consumo es expresado en volumen anual, por consumo promedio per cápita/ día, con la finalidad de realizar comparaciones entre ciudades. El propio consumo es obtenido por una serie de extrapolaciones. En primer lugar, se clasifica a los usuarios en dos grandes categorías:
- Doméstico.
- No doméstico: Este se subdivide a su vez en:
- Industrial.
- Comercial
- Público.
Las categorías no domésticas representan aproximadamente un 10% del consumo total. Para cada categoría, se trata de considerar el número de consumidores y el consumo. En el caso de las categorías no domésticas, los usuarios son poco numerosos y están equipados con medidores. En cambio, los sistemas de medición domésticos no están al mismo nivel de desarrollo, lo que relativiza en algunos casos la veracidad de las evaluaciones de consumo.
Los principales factores que intervienen en el proceso de cuantificación del consumo humano son: el aumento de la población, la cobertura del suministro de agua potable, el comportamiento de los consumidores y la calidad de las redes de distribución.
Cuando el hogar dispone de una toma de agua corriente conectada a la red urbana, se crean las condiciones para un incremento en el consumo mediante la adopción de comportamientos gastadores.
Los promedios de consumo parecen poner de manifiesto que no todas las ciudades tienen el mismo nivel de desarrollo en su sistema de agua potable. Existen diferencias importantes dentro de las ciudades. Algunos estudios presentan una dicotomía entre usuarios de tipo «populares», expresión estadística de la marginalización y usuarios de tipo «residenciales», con consumos que van del mínimo al doble.
Las fallas de las redes de distribución es un problema recurrente en las ciudades. En general, las pérdidas, que se relacionan principalmente con el desgaste y deterioro de la red, o las tomas clandestinas, están mal identificadas, y los organismos operadores tienden a veces a minimizar esta diferencia entre el volumen producido y el volumen facturado. Las cifras de pérdidas varían en un margen del 25 al 50 %. Las tasas más bajas son consideradas como aceptables.
Siendo la dotación de agua potable unos de los principales y más importantes servicios públicos debemos tomar consciencia de la implicación de su desperdicio, pero sobre todo debemos considerar su alto precio ambiental y social, no tanto su alto precio económico.
Comments (3)
Yuri Villavicencio-Fdez - 5 septiembre, 2011
Me gustó mucho tu post amigo Eric, al mismo tiempo quiero preguntarle ¿si ustedes por allá tienen algún sistema de macromedición?
Un Saludo
Cesar Ancco - 6 septiembre, 2011
Es buena información, se les agradece.
adeluna100 - 17 septiembre, 2011
Mil gracias por el aporte.