La tecnología BIM (Building Information Modeling) constituye una herramienta muy versátil para el desarrollo de proyectos de construcción, en especial dentro del mundo de la edificación. En la actualidad también se va implantando con gran éxito dentro de la Ingeniería Civil para el desarrollo de grandes infraestructuras, como pueden ser los metros, tranvías y ferrocarriles urbanos.
Pero, ¿puede usarse esta tecnología para realizar evaluaciones de impacto ambiental para este tipo de proyectos? En principio parece complicada su aplicación para evaluar los impactos que puede generar la construcción de este tipo de infraestructuras sobre el medio ambiente, pero no parece descabellada su aplicación para cuantificar su influencia durante la fase de explotación.
Una aplicación directa que ya se está utilizando es el análisis del ciclo de vida de los edificios y el uso eficiente de los recursos, reducción, reuso y reciclado de residuos de construcción y demolición mediante esta tecnología BIM, cuyo acrónimo también podría identificarse con la denominación Better Information Management, es decir, la mejor forma de gestión de la información del proyecto.
Así pues, para estaciones o intercambiadores de transporte es posible incorporar indicadores dentro del modelo, como energía incorporada, emisiones de CO2, residuos de construcción y demolición, residuos sólidos urbanos, etc… que evalúan el impacto ambiental de la implantación de este tipo de infraestructuras durante parte de su construcción, explotación y fin de su vida útil.
Ilustración 1 Indicadores ambientales integrados en familias y tipos BIM. Fuete: Evaluación ambiental mediante la introducción de indicadores a un modelo BIM de vivienda social
En la figura anterior se muestra cómo se pueden agregar a los elementos constructivos, los indicadores, por sus siglas en inglés:
- EE: energía incorporada
- CE: emisiones de CO2
- CDW: residuos de la construcción
- USW: residuos sólidos urbanos
Para cuantificar los indicadores anteriores, el flujo de trabajo se divide en tres pasos diferenciados:
- Descomposición de cada capítulo de la base de datos de costos de construcción en sus niveles inferiores (materiales de construcción, mano de obra y maquinaria, incluyendo tareas auxiliares y costos indirectos).
- Adición de los parámetros ambientales para obtener los indicadores.
- Incorporación de indicadores ambientales en los programas de despegue de materiales BIM para cuantificar los indicadores.
De esta forma los resultados se analizan después de extraer los horarios de descuento de material de cada elemento BIM.
El desarrollo de estos indicadores constituye una piedra angular de evaluación cuantitativa ambiental. Esta metodología considera las necesidades del diseñador desde una perspectiva holística que fomenta la inclusión de criterios ambientales desde las primeras etapas de diseño al simplificar el proceso de introducción de indicadores.
El cálculo del desempeño ambiental junto con el diseño arquitectónico refleja todo cambio en un flujo de trabajo continuo que retroalimenta el proceso en tiempo real.
En un futuro se incluirá la aplicación de la metodología a un conjunto de proyectos representativos para extender los resultados a nivel nacional y la adición de los resultados a sistemas de certificación como BREAM y LEED. También se logrará el acceso a indicadores desde otras plataformas de software.
Ahora bien, este enfoque del proceso de producción de los edificios constituye una contribución importante a la sostenibilidad del entorno construido y la resistencia de las ciudades para mitigar el cambio climático, ya que los diseñadores mantienen el control de cada componente y sistema en tiempo real en la etapa de diseño conceptual.
Ilustración 2Flujo de trabajo metodológico sintetizado. Fuente: Evaluación ambiental mediante la introducción de indicadores a un modelo BIM de vivienda social
Autor: Raúl parra. Docente el Máster en Construcción, mantenimiento y Explotación de Metros, Tranvías y Ferrocarriles Urbanos de EADIC.