La VIII entrega del anecdotario del ingeniero Francisco Garza Mercado.
La historia siguiente me la contaron hace mucho.
Para ampliar una carretera, un gran tanque metálico existente (creo recordar de 20 m de diámetro por 12 m de altura) cubierto por una cúpula, tendría que reubicarse en un lugar cercano en un terreno plano.
El peso del tanque (aproximadamente 100 ton) y su deformabilidad (un tanque metálico se comporta como de papel, por su gran relación de diámetro y altura a espesor), impedían pensar en levantarlo en peso, aún cuando se dispusiera de grúas de tal capacidad, o arrastrarlo y depositarlo en el otro lugar.
Por tal motivo se lanzó un concurso entre empresas constructoras, para desmantelar, transportar las partes y reconstruir el tanque en la nueva localización. Los que saben de esto podrán decirles que estas operaciones cuestan casi tanto como construir uno nuevo, cuyo precio actual sería de unos 100 mil dólares.
Hubo varias propuestas alrededor de ese valor. Pero hubo una que no costaba casi nada: un ingeniero experto en tanques petroleros, de visita en la ciudad y amigo de algún ejecutivo de la empresa, les dijo que todo lo que necesitaban era hacer un bordo de tierra formando una especie de pileta, de 50 cm de altura, rodeando en forma continua el lugar entre el tanque y la nueva localización, donde ya se tenía hecha la cimentación. Tenía él que retirarse de la ciudad y pidió que le echaran agua a la pileta y que le avisaran cuando ésta se llenara.
No tuvieron que llamarlo…cuando el agua llegó a una altura de unos 35 cm, se escuchó un fuerte tronido, cuando el fondo metálico del tanque se separó violentamente de la cimentación y flotó, como barco de papel, pudieron empujarlo a mano hasta su nueva localización.
…
Es física elemental, de la escuela secundaria:
Dice el principio de Arquímedes que ―todo cuerpo sumergido en un líquido recibe un empuje vertical hacia arriba igual al peso del líquido que desaloja‖.
El peso del tanque, de 100 ton, desalojando un área de .785*202 = 314 m2, solo necesitaba para flotar una altura de agua de 100/314 = 0.32 m = 32 cm.
…
El final feliz, que no puedo asegurar sea cierto, es que la empresa, a sabiendas que se había ahorrado alrededor de 100 mil dólares, le envió al ingeniero aquel una carta de felicitación y agradecimiento. Y un cheque de 10 mil dólares.
Comments (2)
Pedro - 26 julio, 2014
elemental la solución pero seria muy impactante poder ver imágenes del acontecimiento no por incrédulo sino mas bien de como era el terreno para transportar por el bordo el tanque debió ser totalmente plano para poder llevar a cabo tal traslado
Mihdi - 27 julio, 2014
De seguro no les costó mucho terraplenar un poco y realizar esa pileta plana entre la posición inicial y final, comparado con los 100mil dólares. Muy buena idea 🙂