Además de las observaciones estructurales que se deben llevar a cabo en las labores de vigilancia de las presas; los elementos electromecánicos, hidráulicos (compuertas y válvulas) y eléctricos precisan de mantenimiento y conservación sistemáticos, para estar seguros de su correcto funcionamiento.
En todos los aspectos relacionados con la conservación y el mantenimiento son esenciales las labores vinculadas a los órganos de desagüe, dada la importancia de éstos en la explotación de la presa y en su seguridad, tanto en situación ordinaria como en avenidas.
Por otro lado, también se deben de mantener y conservar adecuadamente los instrumentos de auscultación, tales como péndulos, aforadores, piezómetros, etc. de tal forma que las mediciones que se hacen de estos dispositivos en la presa sean fiables y se pueda evaluar correctamente la seguridad de la infraestructura.
Las labores de mantenimiento y conservación deben contemplar tanto la fase de prevención como la fase de corrección de las deficiencias observadas.
– El mantenimiento preventivo está vinculado a actuaciones ya planificadas y orientadas a la prevención del fallo de un elemento antes de que éste ocurra.
– El mantenimiento correctivo es consecuencia de las deficiencias observadas en el preventivo. Consiste en llevar a cabo las reparaciones necesarias para que el funcionamiento de todos los elementos de la presa sea el adecuado y garantizar así la seguridad de la presa.
El mantenimiento permite prever averías pasando las correspondientes revisiones y emitiendo las instrucciones adecuadas para el buen funcionamiento de la presa. Todo ello orientado a garantizar la seguridad de las personas y a alargar la vida útil de la infraestructura hidráulica.
El mantenimiento de presas en España
En España, debido a la peculiar climatología de la península ibérica, que origina un régimen de precipitaciones muy irregular en el tiempo y en el espacio, ha sido tradicional la construcción de presas y embalses.
De hecho, en la actualidad el total de grandes presas construidas en España supera la cifra de 1.300, lo que nos convierte en el país europeo con más obras hidráulicas de este tipo, con una densidad de 2,4 presas por 1.000 km2, y unas 30 presas por cada millón de habitantes.
A este importante número de grandes presas en explotación se le añade el progresivo envejecimiento técnico y estructural de las mismas ya que la mayor parte de ellas fueron construidas entre 1950 y 1990, situándose su edad media en los 45 años. Además, más del 50% tienen más de 50 años.
Por lo tanto, la desaceleración de la construcción de nuevas obras hidráulicas en las últimas décadas ha dado paso a una nueva etapa de explotación y gestión de la seguridad, y, consecuencia de ello, el capítulo presupuestario relativo al mantenimiento y conservación se ha incrementado notablemente en comparación con el correspondiente a la construcción de presas nuevas.
Además, la mejora de métodos y equipos empleados en el mantenimiento de las presas se ha ido perfeccionando en los últimos años y ello ha propiciado la detección más eficaz de los daños existentes en estas infraestructuras y la necesidad de actuaciones de reparación y rehabilitación de estas infraestructuras.
El coste del mantenimiento y conservación de presas
La necesidad de contar con un programa de mantenimiento anual que garantice la seguridad de las presas y su continuidad en el tiempo tiene un coste asociado.
El Real Decreto Legislativo 1/2001, de 20 de julio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Aguas, recoge en el artículo 114 el canon de regulación y tarifa de utilización del agua, donde se indica:
“1. Los beneficiados por las obras de regulación de las aguas superficiales o subterráneas, financiadas total o parcialmente con cargo al Estado, satisfarán un canon de regulación destinado a compensar los costes de la inversión que soporte la Administración estatal y atender los gastos de explotación y conservación de tales obras.
2. Los beneficiados por otras obras hidráulicas específicas financiadas total o parcialmente a cargo del Estado, incluidas las de corrección del deterioro del dominio público hidráulico, derivado de su utilización, satisfarán por la disponibilidad o uso del agua una exacción denominada «tarifa de utilización del agua», destinada a compensar los costes de inversión que soporte la Administración estatal y a atender a los gastos de explotación y conservación de tales obras,…”
Por lo tanto, la repercusión de los costes de las inversiones y de los gastos de explotación y mantenimiento y conservación de las obras en los beneficiarios de una presa está regulada en la Ley de Aguas.
En el año 2006 se realizó una estimación del valor total del agua embalsada y gestionada a partir de grandes presas en España, en el marco de la elaboración del Documento base del estado del arte de la conservación de infraestructuras en España, desarrollado por la Asociación de Empresas de Conservación y Explotación de Infraestructuras (ACEX) y PricewaterhouseCoopers (PwC), con el siguiente resultado:
Como se puede observar, las aportaciones más importantes son las correspondientes a los usos hidroeléctricos y de abastecimiento, mientras que la correspondiente a riegos es mucho menor. En total, el valor del agua de los embalses se estima en 4.598 millones de euros.
En cuanto a los gastos relativos al mantenimiento y conservación, indicar que en los últimos años el Ministerio de Medio Ambiente (actualmente Ministerio para la Transición Ecológica) ha puesto en marcha un importante programa de seguridad de presas que cubre un período de cuatro años, que incluye:
• Un plan para la conservación y mantenimiento de 229 presas estatales con un presupuesto superior a 30.000.000 € anuales.
• Un programa para la adecuación de las presas existentes a la normativa de seguridad vigente (con un presupuesto medio de 80.000.000 €/año en el periodo).
• Un programa para la implantación de los planes de emergencia de las presas del estado (16.000.000 € de presupuesto anual medio).
Si nos ceñimos a las partidas de mantenimiento y conservación, las partidas asignadas al plan para la conservación y mantenimiento de 30.000.000 € anuales supondrían 130.000 € anuales por cada presa, lo cual supone un coste bastante moderado si lo comparamos con el coste de otras infraestructuras públicas.
Extrapolando este coste a las más de 1.300 presas que existen en España, el coste total del mantenimiento y conservación en España sería de unos 170 millones de euros anuales, que viene a ser la tercera parte de lo que invierte el Estado en mantenimiento de carreteras, que se estima en unos 600 millones de euros al año.
En conclusión, es necesario establecer presupuestos adecuados para el mantenimiento y conservación de presas, dado el importante número de grandes presas en explotación que existen en España, su progresivo envejecimiento técnico y estructural y el valor que representa el agua embalsada en relación a los usos a los que han sido destinadas.
Enlaces de interés:
http://www.mapama.gob.es/es/agua/temas/seguridad-de-presas-y-embalses/
Autora: Olalla Mosquera Barreiro, docente del Máster en Diseño, Construcción y Explotación de Obras Hidráulicas en EADIC
Comments (1)
Jorge Triveño - 26 septiembre, 2019
Que grandes las publicaciones de esta página. Tendrían la posibilidad de seleccionar y publicar algún artículo o publicación del ICOLD? Gracias