El tamaño no importa. Tener un jardín de pocos metros cuadrados no es un obstáculo para poder disfrutar de un rincón verde con los elementos y plantas que más nos gustan.
Se trata, simplemente, hacer una buena planificación con el fin de aprovechar cada rincón de nuestro vergel. Los jardines pequeños si se planifican bien resultan muy íntimos y acogedores. El jardín pequeño es un desafío mayor, puesto que todo se ve al mismo tiempo y los errores no se pueden disimular.
Si el trabajo se aborda racionalmente, el diseño de un jardín puede ser muy divertido gráficamente. Y mucho más cuando los planes se convierten en el jardín terminado. El primer paso esencial para establecer un plan es hacer una lista de lo que se necesita en el jardín. Anote todo: sus preferencias, el uso al que el jardín estará destinado; por ejemplo, si será una zona de juegos para niños o reserva natural, un lugar para tomar baños de sol o un lugar para colección de plantas. No deje nada sin precisar.
También debe procurar calcular el tiempo que tendrá que dedicar para su cuidado. Si lo que necesita es simplemente un lugar para relajarse, es evidente que hay que disminuir al mínimo la cantidad de trabajo de mantenimiento. Una vez que haya hecho su plan empezara a emerger una idea general que puede cristalizar ciertas ideas imprecisas previas, relacionadas con la forma y estilo del jardín.
En muchos lugares, la tierra es escasa o costosa. Muchos hogares y apartamentos sólo tienen un pequeño porche, balcón o patio. Otros tienen un pequeño jardín junto a la cerca del vecino, o el fondo de otra estructura o la parte más chica de un jardín más extenso, como un callejón lateral. Apenas un contenedor, sencillo y bien ubicado, puede agregar personalidad y color a un espacio pequeño. Aquí verás cómo aprovechar al máximo tu espacio, sin importar cuán pequeño sea.
Procedimiento para hacer un Jardín:
La medición del jardín
Siempre y cuando la forma del jardín sea razonablemente sencilla, por ejemplo rectangular o cuadrada, la medición será más fácil. Si el terreno tiene forma más irregular, entonces su medición requerirá mayor habilidad, pero de todos modos, con el equipo correcto, no resulta difícil.
El Equipo
Suponiendo que no exista ningún plano, será necesario reunir un equipo básico antes de comenzar. Obviamente, necesitara una cinta métrica de tres metros para un jardín pequeño, para jardines medianos a grandes le recomendamos una cinta métrica de treinta metros. Le resultara útil tener una cantidad de varas o estacas para marcar el terreno y también algunas hojas grandes de papel milimetrado compatible con la cinta métrica, así como una brújula.
El comienzo
Lo primero que hay que hacer para medir el jardín es medirlo en pasos. Esto le dará una idea aproximada de su tamaño y lo ayudara a establecer una escala apropiada. Elija una escala que le permita hacer todo el plano en una hoja de papel milimetrado. Por ejemplo 1:100 (1 cm = 1 m) para un jardín mediano, y 1:50 (2 cm = 1 m) para un jardín pequeño.
Una vez que haya decidido la escala, empiece por medir y pasar a escala el contorno de la casa. No olvide incluir las ventanas, las puertas, los espacios ocupados, etc. En la mayor parte de las casas, los muros son rectos y los rincones están en ángulo recto: si no es así, el trabajo es más complejo. Una vez dibujada la casa, utilice sus líneas como base a partir de la cual medir los límites y los rincones del jardín.
La orientación
La orientación también es sumamente importante porque determina la localización de la zona para sentarse, del pequeño estanque, de una zona de sombras, etc. Tiene que tener en cuenta que durante el invierno el sol esta más bajo y proyecta sombras más largas.
Los niveles
Encontrar y establecer los niveles puede resultar algo problemático. Sin embargo, en los jardines pequeños siempre hay maneras de establecer de forma aproximada las diferencias de nivel.
Mencionaremos dos:
- Un nivel de burbuja como los que se usan en albañilería colocando sobre un trozo de madera recto y de longitud conocida, proporcionara una indicación de elevación o caída mediante el sencillo expediente de medir el espacio que separa del suelo y del propio suelo. Este procedimiento puede repetirse en toda la longitud del jardín; cuando se reúnan los datos obtenidos se conocerá el desnivel total del terreno.
- También puede utilizarse las cercas valladas, siempre y cuando estas pertenezcan al tipo de valla que se fija por secciones y asciende o desciende según lo haga el suelo.
El césped
Una zona de césped de la forma y el tamaño adecuados en el sitio correcto puede hacer maravillas en un jardín, proporcionado un marco esplendido para las flores y un aire señorial y pacifico a la casa. Los céspedes también constituyen una importante zona para toda clase de juegos para niños y adultos, así como para baños de sol. Pese a todas estas ventajas, el césped es probablemente la parte más maltratada del jardín. Nos ocupamos de sembrar, abonar, regar y cuidar las plantas, pero en la mayoría de los jardines las plantas de hierba que forman el césped no reciben ninguno de estos tratamientos. Cortar el césped es el único cuidado regular que reciben todos los céspedes, y habitualmente es una tarea que equivale a pasar la aspiradora por la alfombra.
Una simple medición de los escalones, bien en la parte superior, bien en la inferior, dará, al sumarse la medida aproximada del desnivel.
Si el jardín que se planifica consistirá principalmente en árboles, arbustos y hierba, no es probable que sea necesario precisar esta diferencia de relieve y se puede dejar el suelo con sus desniveles originales. Por otro lado, si el suelo tiene pendiente y usted desea incluir zonas de pavimentación y un prado llano, esto significa la inevitable inclusión de los escalones, rampas y, muy posiblemente, muros de contención. En este caso, es esencial tener alguna idea al menos de las diferencias de nivel, para calcular la altura de los muros para las terrazas y la cantidad de escalones que puede necesitar incluir en el plano.
Preparación del sitio
Si hemos de instalar un césped desde el principio, será necesario considerar los siguientes puntos. La zona elegida debe, si es posible, estar a cielo abierto. En el peor de los casos, no debe tener más de medio día de sombra durante el verano. La hierba crecerá a la sombra, pero para hacer un césped realmente bueno se han de usar mesclas especiales de semillas. Aun así, la hierba a la sombra pierde su textura y soporta mal el pisoteo. Un césped, una vez puesto, es probable que dure toda la vida, o al menos muchos años, de modo que conviene proporcionarle un buen comienzo. Una vez que el sitio haya sido nivelado, y antes de apisonarlo y rastrillarlo, aplique una capa de entre 3 y 5 cm. de suelo. Un compost para jardines bien estacionado, estiércol o restos de lúpulo pasados por un tamiz de 1 cm. también se puede usar.
Fertilización
Incluso en suelos más ricos vale la pena aplicar un fertilizante sobre la turba antes de rastrillar. Si el lugar esta nivelado y tiene buen drenaje, rastrille una capa de tierra de unos 15 cm reduciendo los terrones lo máximo posible. El paso siguiente consiste en agregar turba o fertilizante y luego apisonar firmemente. Rastrille toda la zona para obtener una buena superficie de cultivo para siembra o para colocar los tepes.
Sistemas de drenaje
Los drenajes más eficaces tienen un diámetro de 5 a 7.5 cm, y son tubos de terracota dispuestos un extremo contra el otro, a través del terreno a una profundidad de entre 30 y 45 cm. y con un suave declive a una acequia o un desagüe. Para lugares menos empapados se puede usar grava o piedras en vez de los tubos, para rellenar zanjas de entre 30 y 45 cm. de ancho y alto a una profundidad de unos 15 cm de la superficie del suelo, que se cubrirá con el terreno original bien apisonado.
Mantenimiento general
El abono, el riego y la aireación de un césped son tareas que deben hacerse todos los años. Entre las tareas menores de mantenimiento están el arreglo de los huecos y hoyos, el rebordeado y la recepción y la reparación de bordes rotos, y la eliminación de hierbas.
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