A pesar de que los costes asociados a las plantas Fotovoltaicas son más competitivos que los de las centrales Termoeléctricas, la Termoeléctrica aún tiene bastante que decir en el mercado de las energías renovables.
Desde que comenzó a promocionarse su desarrollo, el sector de las renovables ha estado siempre liderado por la Eólica y la Fotovoltaica en términos de potencia instalada. La potencia Solar Fotovoltaica ha experimentado un crecimiento casi exponencial en los últimos años gracias a múltiples y diversos factores:
– La planificación de objetivos a nivel nacional a través de los diferentes Planes de fomento de las energías renovables, y el desarrollo paralelo de un marco normativo y económico acorde a dicha planificación.
– El desarrollo industrial, y la diversificación de actividades en otros sectores tradicionales como el sector de la construcción.
– El interés social por las instalaciones conectadas a red. La simplificación de los procedimientos y la reducción de trabas administrativas.
A todo ello, se suma un factor de gran relevancia, que es la abundancia del recurso solar. El potencial para la energía Solar Fotovoltaica es inmenso, y viene determinado por el nivel de irradiación solar.
De alguna manera, algunos de estos factores han potenciado también el desarrollo paralelo de numerosas instalaciones de energía Solar Termoeléctrica. No son pocas las empresas que han apostado por esta otra tecnología, movidos quizá por su elevada eficiencia o por su gestionabilidad.
– Los Sistemas Solares Termoeléctricos admiten el acoplamiento de un sistema de almacenamiento térmico para almacenar el excedente de energía que se genera en los momentos de máxima radiación, y emplearlo después cuando la radiación solar es baja o nula. Esto permite generar de forma continua, atenuando en gran medida la intermitencia del recurso solar. Las plantas Fotovoltaicas podrían también almacenar parte de la energía eléctrica mediante el uso de baterías, pero el almacenamiento en baterías es más complejo y mucho menos eficiente.
– Por otra parte, los Sistemas Solares Termoeléctricos también admiten ser hibridados con motores térmicos, lo que también contribuiría a mantener una producción constante, incluso después del almacenamiento, mediante la complementariedad con una fuente energética alternativa.
– El almacenamiento térmico y la hibridación son dos factores clave en la gestionabilidad de las plantas Termoeléctricas. La declaración de una central como “gestionable” por parte del Operador del Sistema, conlleva una serie de ventajas, como la posibilidad de acceder a un mismo punto de la red con más potencia nominal, o la posibilidad de participar en los sistemas de ajuste.
– La capacidad de almacenamiento y las posibilidades de hibridación también contribuyen a mejorar la eficiencia global de la planta; una eficiencia, la de las plantas Termoeléctricas, ya de por sí competitiva frente a la de las plantas Fotovoltaicas.
Aparte de estos aspectos, que son determinantes, la tecnología Solar Termoeléctrica tiene otras ventajas como por ejemplo un uso más eficiente del terreno, o una mayor estabilidad en carga.
Gracias a estas particularidades sigue la tecnología Solar Termoeléctrica al acecho de la Fotovoltaica. Un comunicado reciente de SBI Energy (editora especializada en la elaboración de informes para el mercado energético) ha predicho, en base a uno de sus informes, que el mercado de la energía Solar Termoeléctrica va a crecer de nuevo este año, y en los próximos cinco años, escapando de la pausa impuesta por las tecnologías de energía Solar Fotovoltaica. Matiza que el impulso provendrá fundamentalmente del éxito de los sistemas de almacenamiento térmico. Los números por tanto no deben ser desalentadores. La Termoeléctrica aún tiene bastante que decir en el mercado de las renovables.
Comments (1)
Marcela - 4 mayo, 2012
Exelente tu post, explicativo con palabras sencillas me iluminaste en forma eco, GRACIAS