La sostenibilidad es un término complejo y tiene varias concepciones. El desarrollo es sustentable cuando satisface las necesidades de la presente generación sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para que satisfagan sus propias necesidades. La definición de sostenibilidad implica tener en cuenta tres dimensiones definidas: la económica, la social y la ambiental.
La puesta en marcha de medidas de sostenibilidad, a través de políticas de eficiencia de recursos, en sectores como el carbón, hierro y acero pueden conllevar un ahorro de costes cercanos a los 2 billones de dólares en las principales economías del mundo, según pone de relieve un estudio del Foro Económico Mundial elaborado junto con Accenture.
El informe, titulado «More with Less: Scaling Sustainable Consumption and Resource Efficiency», destaca la oportunidad y el imperativo para la industria de liderar una acción dirigida al uso eficiente e inteligente de los recursos, a través del cual se puede crear valor económico sin provocar una degradación ambiental.
Así, se pone de manifiesto los esfuerzos de sostenibilidad atrapados en proyectos piloto, junto con el lento progreso intergubernamental y la creciente impaciencia de los ciudadanos-consumidores a la vez que se está inmerso en una década de turbulencia económica y social.
En este sentido sugiere que la industria puede liderar el camino hacia modelos más eficientes, que tienen un beneficio más inmediato para el consumidor y la economía mundial frente que los modelos tradicionales existentes en la actualidad.
De documento pone de relieve los distintos informes que señalan que la naturaleza finita de los recursos es un riesgo de estabilidad económica a largo plazo.
De esta forma, una combinación entre el cambio climático y el aumento de la demanda energética en las economías emergentes han provocado un incremento de los costes de los productos agrícolas. Para los autores del informe el modelo de negocio basado en la gestión eficiente de los recursos cobra fuerza.
Si el consumo de los bienes industriales creciera a la vez que la eficiencia energética, se podía obtener un ahorro de 37 mil millones de dólares en 2030. El informe también señala que el desarrollo de estrategia de sostenibilidad también conlleva ventajas competitivas, y se pone como ejemplo las caídas de India, China y Estados Unidos en el ranking de Forbes, frente a las subidas de Brasil, Kenia y Filipinas en estos índices que miden la sostenibilidad de los países.
La acción de liderazgo de las empresas se puede llevar a cabo a través de la potenciación del papel de los consumidores y los gobiernos con iniciativas encaminadas a transformar la demanda, la cadena de valor y los marcos normativos. En lo que a transformación de la demanda se refiere, los consumidores se fijan más en el precio que en cómo están elaborados los productos. Las empresas necesitan fortalecer las relaciones con sus clientes para asegurarse que lo que ofrecen es el resultado del cruce entre sus acciones y los deseos de éstos. Respecto a la cadena de valor, las empresas necesitan que la sostenibilidad sea algo transversal a toda la compañía, con el fin de que sean organizaciones eficientes e innovadores, incluyendo las relaciones con sus proveedores.
Por último, las empresas deben colaborar para que se produzca un cambio en los marcos legislativos, para que en los ámbitos de colaboración publico-privados se priven los aspectos de sostenibilidad como son las compras públicas y las políticas de subvenciones, entre otros.