Cuando pensamos en sustentabilidad, frecuentemente pensamos en duración, longevidad y respeto por el medio ambiente. En general, una práctica sustentable es una práctica que toma en consideración la salud a futuro.
Sin embargo esta idea no es exclusiva del mundo físico o material, también aplica al pensamiento, creencia así como la conducta humana y a la sociedad como un todo.
Una práctica no sustentable tiene un balance con efecto negativo, el cual a lo largo del tiempo afectará adversamente a una persona, a la sociedad y/o el medio ambiente. Un caso clásico es nuestro actual uso del petróleo como medio de energía. Este puede ser considerado como no sustentable debido al hecho de que el petróleo es ampliamente irrenovable y, cuando es quemado, daña al medio ambiente. Cualquier práctica que cause un agotamiento irreversible de recursos o una contaminación ambiental a largo tiempo es una práctica no sustentable. Igualmente, si una compañía en particular deshecha grandes cantidades de desperdicios durante la producción, contaminando al medio ambiente, esto será considerado también una práctica no sustentable, sin importar lo que estén produciendo.
De manera similar, si los materiales o los conocimientos utilizados en la producción de una clase en particular de producto no son de la mejor calidad conocida, muy seguido la integridad de ese producto está comprometida inherentemente, conduciendo a una eventual creación de más desperdicio cuando el producto falle o se vuelva obsoleto. Dado nuestro actual sistema de ganancias, la mayoría de los productos están hechos con alguna debilidad, debido a la necesidad de competir en el mercado. En otras palabras, si dos compañías están compitiendo en la creación al algún producto, ambos necesitarán ser estratégicos en loa materiales y en los diseños usados, en muchos casos comprometerán la calidad por el bien de la costeabilidad. El resultado es un producto que se colapsa mucho más rápido que un producto al que se le ha dado el mejor cuidado y la mejor calidad en los materiales de los componentes.
Esto no pasa en nuestro sistema por dos razones: 1) Si una compañía quiere usar el mejor diseño conocido y los mejores materiales, ellos tendrán una producción más costosa y perderán competitividad; 2) Si los productos fueran hechos para durar extensos periodos de tiempo, la gente no tendría necesidad de reemplazarlos repetidamente, actualizar o repáralos frecuentemente, y una gran cantidad de revendedores y trabajos se perderían en la industria a la larga, desacelerando la economía.
Esto es, por supuesto, in-sustentable por definición, por la inherente ineficiencia del sistema económico eventualmente crea multiplicidades innecesarias, desperdicio y contaminación.
Y eso nos lleva a ideologías in-sustentables.
Una ideología in-sustentable es una que de manera inherente conduce a una persona o a un grupo a prácticas in-sustentables. Por ejemplo, la razón por la que una planta de producción pueda usar materiales pobres para crear productos no sustentables, mientras al mismo desecha cantidades desproporcionadas de desperdicios, el realmente el resultado de una gran fuerza, conocido como el monetarismo o sistema de ganancia. En un sistema de ganancia, no hay recompensa por la sustentabilidad, ya que el sistema está construido sobre la competencia y la regeneración. En tal circunstancia, la sustentabilidad está en un segundo plano con la ganancia, ya que la supervivencia de una compañía está basada en la ganancia, y la ganancia está basada en parte sobre la reducción de costos y el crecimiento del ingreso. Por lo tanto, las prácticas in-sustentables que existen en todas las industrias son el resultado de un defecto subyacente en la misma estructura ideológica de la economía.
Comments (3)
Yuri Villavicencio-Fdez - 27 octubre, 2011
Hay un concepto que quizás convenga explorar, que es el de Obsolencencia Planificada. La base del consumo. Muy bueno el Post Amigo Eric, me estoy poniendo al día con las lecturas atrasadas.
ING. ELIZABETH TAH RAMÍREZ - 29 octubre, 2011
GRACIAS, ES UNA EXPLICACIÓN PRÁCTICA DE ANALIZAR TODO LO QUE UTILIZAMOS (CONSUMISMO).
carlos - 22 noviembre, 2011
un muy buen post amigo