Había una vez un ingeniero que tenia un don excepcional para arreglar cualquier aparato mecánico.
Después de trabajar lealmente para su empresa durante mas de treinta años, se jubilo felizmente.
Algunos años mas tarde, la empresa contacto con el por un problema al parecer imposible de resolver que tenia en una maquina valorada en millones de dolares.
Habían intentado todo para volver a poner en marcha la maquina pero sin resultado.
Desesperados, llamaron al ingeniero jubilado que en el pasado había resuelto tantos problemas.
El ingeniero acepto el reto encantado. Se paso el dia estudiando la inmensa maquina. Al final del dia, marco una pequena ´x´ con tiza sobre un cierto componente de la maquina y dijo:
-´´Aqui es donde esta el problema´´.
El componente se cambio y la maquina volvió a trabajar perfectamente.
La empresa recibió del ingeniero un factura de 50.ooo dolares por sus servicios. Ante la petición de la empresa de una descripción detallada de la factura, el ingeniero respondió:
– Por la marca de tiza: 1 dolar
– Por saber donde ponerla: 49.999 dolares
Se le pago hasta el ultimo centavo y el ingeniero volvió a su afable retiro.
Comments (6)
Jose Rafael Cabrera Sepulveda - 19 agosto, 2011
Eso nos ha pasado muchas veces en los trabajos de Consultoria y Diagnosticos Estructurales.
CivilGeek - 19 agosto, 2011
El asunto esta en saber donde ponerla!!!
Naria Fuentes - 19 agosto, 2011
Amigos, El humor es una herramienta excelente y mas en momentos de estres, gracias¡¡¡¡¡¡
Victor Yuniork Ramirez - 20 agosto, 2011
Agradezco sus comentarios.
Gabriel - 24 diciembre, 2014
Mmmm el ingeniero se llamaba Charles P. Steinmetz, no estaba retirado trabajaba en General Electrics y el tipo al que no le gusto lo que le cobró fue Henry Ford y todo ésto paso a principios del siglo pasado.
guztavo - 8 noviembre, 2016
No hay duda la experiencia de un buen INGENIERO en campo es valiosa . Atte Gustav Zapana estudiante de Ing. Mecanica electrica UNTELS