Losas reticulares [Anecdotario de un ingeniero civil #16]

Continuamos con la XVI entrega del anecdotario del ingeniero Francisco Garza Mercado.

Allá por los 50’s entró a México el que desde entonces se denominó Sistema Reticular Celulado, a base de losas de concreto reforzado aligeradas con cajones huecos de concreto.

Portada retícula Losas reticulares

Se integraba con una losa superior de unos 4 a 7 cm de espesor, colada sobre la tapa de los cajones, y una serie de nervaduras en ambas direcciones. Se apoyaban en las columnas mediante un capitel, que se conseguía quitando los cajones vecinos a las columnas y rellenando todo el volumen con concreto.

Las nervaduras se analizaban en ese tiempo según el texto del ingeniero colombiano Doménico Parma Marré. Se basaba en la solución de ecuaciones simultáneas de un sistema reticulado de un alto grado de indeterminación, que se resolvía en la práctica mediante gráficas.

En función de la relación de claros, la cantidad de nervaduras y el tipo de recuadro (esquinero, lateral, central), de estas gráficas se extraían coeficientes de momentos y cortantes, con las que se diseñaban secciones y refuerzos. Había que reconocer que el método era muy laborioso y especializado, más parecido a un problema de contabilidad que de ingeniería. Sin embargo, ni los textos sobre estructuras de concreto ni las especificaciones de concreto reforzado de la época daban soluciones específicas.

En aquel tiempo se conocía el sistema de cálculo de losas planas (flat slabs), denominado método empírico, muy similar al de las especificaciones ACI-318-95 o más recientes, pero era para losas llenas y no había referencias para utilizar este método en losas reticulares.

Las losas planas se consideraban integradas como una serie de vigas anchas en dos direcciones, de una anchura total igual a la distancia entre los centros del claro transversal. Estas se subdividían a su vez en fajas de columna y fajas medias, cada una de un ancho igual a la mitad del total anterior. Cada dirección se consideraba como independiente. Se obtenía un momento total básico (Mo) que se repartían entre las fajas de columna y medias y entre las secciones críticas mediante coeficientes de momentos negativos y positivos.

Este método se ha seguido usando hasta la fecha para losas llenas, con pocas variantes, pero aún en la actualidad poco se dice en relación con las losas huecas.

En textos alemanes de la esa época se proponían métodos analíticos para calcular los momentos totales, considerando las fajas como vigas continuas; pero se extendían un poco más, incluyendo los casos de vigas aperaltadas en los ejes de columnas. Esto hacía ver a los sistemas tradicionales de losas apoyadas en una y dos direcciones como casos particulares de la teoría general de las losas llenas, con o sin vigas.

Para que estos criterios aceptados para losas llenas pudieran ser utilizados en las losas reticulares solo hacía falta dar un paso más: propuse considerar el sistema reticular como una losa plana, pero con sus fajas constituidas por series de nervaduras.

El método que yo proponía proporcionaba una solución analítica tan práctica como los ya conocidos de losas aligeradas apoyadas en una o dos direcciones sobre vigas aperaltadas o planas.

Recuerdo que, trabajando ya por mi cuenta, intenté vender mi método al proveedor del sistema Reticular Celulado en la ciudad, pero no me fue aceptado. Poco tiempo después, los ingenieros del sistema, que habían sido alumnos míos en la facultad, me ofrecieron una comida, según ellos, en desagravio por el poco interés mostrado por su jefe acerca mi método particular. Me explicaron que los responsables del método solo aceptaban el de Parma Marré, y que el mío, por falta de sustento teórico práctico, no iba nunca a ser aceptado por los concesionarios.

Muchos años después uno de estos ingenieros me confesó que ellos habían adoptado mi procedimiento desde el mismo día en que se los expliqué, y que, después de haber comprobado que sus resultados coincidían aceptablemente con los de Parma Marré, habían calculado desde entonces con mi método varios cientos de miles de metros cuadrados de losas.

Como nunca lo patenté, la práctica paso muy pronto a ser del dominio público.

Foto del avatar

Ingeniero Civil, que comparte información relacionado a esta profesión y temas Geek. "Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo"

Comments (6)

  • Reply fimf68 - 8 agosto, 2014

    Ja ja ja , dicen por aquí, te chamaquearon … Asi pasa

    Saludos

  • Reply Víctor - 9 agosto, 2014

    Lo chispotearon. Jurídico e Ingeniero a ponerse de acuerdo. Buen aporte sin costos integrados, regalo a la humanidad.

  • Reply Ing. Mata - 9 agosto, 2014

    Si ya es del dominio publico ponlo en una hoja de exel o cualquier otra plataforma y compártelo.

  • Reply MANUEL RAMIREZ HERNANDEZ - 9 agosto, 2014

    BUENO COMO SIEMPRE MUY INTERESANTE LA ANÉCDOTA DEL INGENIERO FRANCISCO, ESPERO SEGUIR ESCUCHANDO MAS DEL INGENIERO, FELICIDADES INGENIERO GARZA.

  • Reply gongo - 10 agosto, 2014

    Seria interesante conocer el metodo en detalle, no seria posible la publicacion de los dos metodos para compararlos y verificar su eficacia,…..? Porque hoy dia las losas reticuladas apoyadas sobre capiteles estan un poco restrigidas debido a la sismicidad…..

  • Reply mil - 8 diciembre, 2015

    Estoy de acuerdo con la planilla, difundila

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver Política de cookies
Privacidad