Los fabricantes españoles de asfalto vinculan el deterioro de los pavimentos a riesgos para seguridad vial y medio ambiente

En España, «tres de cuatro kilómetros de pavimento presenta grietas en la rodada y uno de cada tres muestra grietas, desintegraciones, deformaciones y baches”. Con estos datos tan contundentes la Asociación Española de la Carretera (AEC) hacía público su Estudio sobre Necesidades de Inversión en Conservación 2013-14. Los resultados revelaban una dramática realidad que no escapa a los usuarios del transporte por carretera: la red viaria española presenta el peor deterioro de los últimos treinta años.

Una semana después de conocer las conclusiones de la AEC, la asociación española de fabricantes de mezclas asfálticas (ASEFMA) acudía al ruedo mediático para recordar que el deterioro del pavimento incide negativamente en la seguridad vial. No era una aparición casual. Durante las vacaciones de Semana Santa, en España se producen más de 7,5 millones de desplazamientos por carretera.

Sin ánimo de alarmismo pero con contundencia informativa, ASEFMA hizo una llamada a los conductores para que hoy más que nunca respeten las recomendaciones de viaje y límites de velocidad “habida cuenta de los riesgos que representa el pésimo estado de los pavimentos de las carreteras españolas”.

Entre las consecuencias del degradado pavimento que quiso subrayar la patronal de asfalto -y que anteriormente había destacado la AEC- están: la incidencia negativa sobre la comodidad de conducción y cansancio del conductor, el empeoramiento de la fluidez del tráfico, el deterioro del vehículo, el aumento de consumo de combustible y la propia seguridad vial.

Una carretera en mal estado aumenta el riesgo de sufrir un accidente, por deslizamiento del vehículo e incluso por la incomodidad de la circulación”, afirmó ASEFMA en su último comunicado. Del pavimento en mal estado de conservación también deriva la congestión circulatoria que, a su vez, aumenta los costes de viajes de ocio hasta 13,5€/hora; la degradación del vehículo, que puede ver reducida su vida útil hasta un 25%; y el aumento de consumo de combustible y emisión de gases contaminantes hasta un 34%.

El mantenimiento del conjunto de las infraestructuras viarias españolas requiere una inversión mínima de 6.200 millones de euros para alcanzar un nivel de servicio adecuado, según estimaciones de la AEC derivadas de su reciente auditoría. El 94% de este déficit se concentra precisamente en el pavimento. Es decir: las necesidades de inversión en reposición y refuerzo de firmes es de 5.828 millones de euros para el conjunto de las carreteras españolas.

Tan sólo un golpe de timón en los Presupuestos 2015 evitaría la debacle del patrimonio viario”, aseguró el Presidente de la Asociación Española de la Carretera, Juan Francisco Lazcano, en un reciente comunicado a los medios. ASEFMA quiso ir más allá de la partida extraordinaria para cubrir las deficiencias actuales de la red española: “[reclamamos] una Ley que obligue a las Administraciones Públicas a destinar anualmente los recursos necesarios para mantener las carreteras en un estado adecuado de conservación, tomando en consideración al valor patrimonial de la red, que se estima en 185.000 millones de euros”.

 

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Corporate communications & Social Media manager en ASEFMA. Periodista y bloguera, como responsable de comunicación corporativa y gabinetes de prensa 2.0, está vinculada al sector viario español desde 2012. Su twitter personal es @bafega.

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