FLUJOGRAMA DE DIAGNÓSTICO DE PATOLOGÍA (IV)

3. Medidas de Emergencia.

Una vez realizadas las dos primeras actividades, y sobre todo si las hemos realizado a conciencia, estaremos en capacidad para dirimir la primera disyuntiva que se nos presenta en un Diagnóstico de Patología, y es si deberemos adoptar unas Medidas de Emergencia, lo que haremos en función de las condiciones de seguridad estructural que hemos detectado.

Deberemos por tanto evaluar las condiciones resistentes de la estructura y determinar si hemos de realizar algún tipo de actuación en función del nivel de seguridad que sea necesario para continuar con la auscultación de la estructura.

4. Actuaciones.

Si las condiciones de seguridad son críticas, deberemos determinar si hace falta una Apeo Estructural, llevar a cabo algún tipo de Arriostramiento Global o Puntual, determinar si es necesario activar algún nivel de evacuación Parcial o Total de la Estructura, e incluso si dicha evacuación debe extenderse a un cierre o precintado de la Estructura.

A continuación intentaremos exponer las situaciones que nos deben llevar a tomar una u otra actuación:

Si la Estructura presenta un grado de descomposición que haya afectado la capacidad resistente de la misma en un orden de un 30%, deberemos inmediatamente proceder a apear la estructura, ya que en esas condiciones la capacidad de la misma debe estar por debajo su capacidad de servicio y muy próxima al colapso. Es evidente que sólo la experiencia nos puede proporcionar la capacidad de determinar esta situación crítica, pero nos pueden servir para determinar este estado de deficiencia estructural y como elementos de juicio las siguientes observaciones:

  • Elementos estructurales de hormigón que debido a la corrosión de las armaduras han perdido el recubrimiento de las mismas y que dichas armaduras ya han sobrepasado el nivel de exfoliación en la corrosión y por tanto han empezado a perder su sección resistente.
  • Elementos estructurales de acero que habiendo perdido su protección anticorrosión, se encuentran en un avanzado estado de corrosión hasta el punto de haber perdido sección estructural.
  • En el caso de elementos estructurales de madera en los que detectamos un avanzado ataque de Xilófagos o de hongos que hayan producido una merma de su sección estructural. También es crítica en la madera la situación de humedades en zonas de apoyos, sobre todo si son estacionales.
  • En los tres casos anteriores cuando la mayor afección se encuentra cerca de los apoyos en vigas o en los extremos en pilares, la situación en super-crítica.
  • Asientos diferenciales de importancia que puedan inducir esfuerzos perniciosos en los elementos estructurales principales hasta llevarlos al colapso.

Evidentemente estos son sólo algunos ejemplos que nos pueden servir de referencia, el número de situaciones de riesgo es tan elevado y disperso en combinaciones de defectos que sería imposible numerarlos todos.

  • Pandeo apreciable de algún soporte estructural, columnas o muros de carga
  • Desplome parcial o total de elementos verticales de la estructura con un valor igual o superior al 2%, siendo más crítica la situación de muros de carga o columnas de pequeña sección.
  • Pandeo local o abollamiento del alma de elementos metálicos de los elementos principales de la estructura.
  • Fachadas que debido a la patología presentada hayan perdido su arriostramiento o su estabilidad global.
  • Losas y Forjados con problemas de cortante o de flexión con deformación importante.
  • Deterioros localizados que varíen de forma apreciable el comportamiento estructural de un elemento o zona estructural
  • Asientos o fallos puntuales de la cimentación o elementos de base.

Evidentemente estos son sólo algunos ejemplos que nos pueden servir de referencia, el número de situaciones de riesgo es tan elevado y disperso en combinaciones de defectos que sería imposible numerarlos todos.

Cualquier situación de riesgo por encima de los niveles de deterioro estructural o funcional de la estructura referidos en los dos apartados precedentes, deberán evaluarse para su consideración como motivo necesario y suficiente para determinar una Evacuación de la Estructura; comenzando la evacuación por el personal que la ocupa y siguiendo en la medida de lo posible con el material fácilmente transportable, hasta lograr el mayor nivel de descarga posible sin incurrir en riesgo para el personal laborante.

Por último si la situación de un colapso es previsiblemente inminente y/o dicho hecho puede afectar a estructuras vecinas o transeúntes, deberá proceder aparte de la evacuación, al cierre y precintado de la estructura, con la adecuada ubicación de vallados perimetrales hasta aislar las zonas críticas con posibilidad de incidencia de daños personales.

Hasta el Próximo Artículo . . .

 

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Ingeniero de Caminos Canales y Puertos por la Universidad Politécnica de Madrid - España, especializado en Patología de Estructuras.

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